Por Jaqueton:
El pasado veinticuatro de febrero… la idea era ir a Ulldemolins el domingo por
la mañana, a echar una ojeada a la concentra… y saludar a los compañeros y
amigos que hubieran tenido la suerte de poder pasar la noche allí.
Pues debido a quehaceres laborales… a mí personalmente me era imposible ir el
sábado. Con lo cual… acordamos que los que pudiéramos ir, iríamos el domingo en
plan rutilla tranquilota.
Asimismo, y como los amigos de Mussols pernoctarían en Cornudella de Montsant…
antes de llegar a Ulldemolins pasaríamos a verles.
Pero… ya unas semanas antes del evento, las temperaturas para esas fechas se
presumían significativamente crudas. Y a pesar que El Gran Manitou fue
benévolo, y las predicciones meteorológicas de los días previos no eran tan
malas… Eso no quitó que allí hiciera un frío del carajo, hasta el punto que
tuvieron que suspender el emotivo “Tomb de llums” que hacen cada año.
Ahí es nada…!!
Y es que el día antes metió una nevada de órdago!! Y claro… las carreteras
–palabras textuales de Rafa de Mussols- eran una pista de hielo…
Así las cosas, decidimos tirar adelante con la expedición… con la condición de
estar ojo avizor. Y en el momento que viéramos que la cosa se ponía “fea” –si
se ponía-, dar media vuelta… e ir a almorzar por ahí.
Con lo cual, aquella mañana en el Monterrey nos encontramos Pepe y Mary,
Juanpoti y Aracely, Eolia y yo.
Los seis, en tres burras... y una sola ilusión…!
Llegada la hora de la partida, compusimos el cachondón grupete de ruta… que
capitaneado por Juanpoti, salió raudo a la carretera más querida por nosotros:
La amadísima N-340…!!
Pusimos rumbo a Tarragona y siguiendo “ce por be” la rutilla planteada por
nuestro amigo… y juntos, fuimos devorándola kilómetro tras kilómetro,
comprobando que –a pesar del frescote carajero-matutino- no era tan fiero el
león como lo pintaban.
Al menos de momento… je, je, je… Aunque el viento –típico y tópico en esas
tierras-, no tardó en empezar a darnos por donde amargan los pepinos, con sus
racheados caprichos…
Pasamos la imperial Tarraco, y tiramos para Reus. Y en el desvío que reza “Les
Borges del Camp”… nos metimos encarando nuestros mascarones de proa,
directamente a Ulldemolins.
Ignorando no sólo que no íbamos a llegar… si no que allí empezaría realmente la
aventura de la ruta…!!
Y es que nada más pasar Les Borges… y justo arrancando con las sinuosas y altas
carreteras de la zona, el paisaje cambió de repente.
Si bien es cierto que un tímido Lorenzo nos acompañó todo el viaje… no es menos
cierto que a partir de allí, la nieve hizo acto de presencia en los laterales
de la carretera.
La humedad estaba por todas partes… y alguna que otra –demasiadas- placa de
hielo, aparecían traicioneramente en la calzada… cual si de trampas se
trataran.
Así pues… calma chica, y pa’lante companys!!
Poco a poco, sin prisas… pero sin pausa, fuimos atacando las carreterillas que
–poco a poco también- nos iban llevando hasta nuestro primer –y único- destino:
Cornudella de Montsant.
Las curvas se iban enlazando unas con otras… y nosotros, dibujándolas
pausadamente… íbamos esquivando –aquí y allá- todas las plaquitas de hielo que
–tercas como ellas solas- aún no habían sucumbido al calor del solete que las
calentaba…
Y es que la noche anterior había sido fría de cojones!!
Pero no pudieron con nosotros. No señor…!!
El grupete de ruta, formado por las tres burricas… no tardó en llegar al
pueblo. Y una vez allí… tras orientarnos correctamente, tiramos para la
plazoleta que se dibuja delante de la casa alquilada por Mussols… donde nos
esperaba un cachondón Jordi…!
Ya habíamos llegado!!!
Ole, ole, y ole…!!!
Aparcamos –al lado de las suyas- nuestras niñas, y ni cortos ni perezosos…
entramos para dentro de la casa, donde nos calentamos un poquito mientras
esperábamos al resto de los amigos Mussols, que habían salido a tomar un
cafetín…
Y mientras, el hospitalario y simpaticorro Jordi, nos atendió haciéndonos
sentir –como siempre- como si estuviéramos en nuestra propia casa.
Al poco, llegó el resto de la troupe!!
Rafa, Anna, Pep, Núria, Cesc, Jose Luís, Tere, Marines, Eva, Jose, Luisi… en
fin. Todos…!
Y a todos… besotes, abrazos, y arrumacos varios… y el “mono-tema”:
El puto tiempo…!! Je, je, je…
El tiempo… y el que ya no hacía falta que siguiéramos ruta a Ulldemolins. Pues
por lo que nos íbamos a encontrar allí, casi nos convenía más almorzar en
Cornudella… y luego replantearnos el resto de la salida.
Algo que seguimos al pie de la letra, y despidiéndonos –momentáneamente- de
todos… nos fuimos al bar de la plaza dispuestos a almorzar como es debido.
Sí señor…!!
Allí nos atendieron generosamente… y armados con suculentos bocadillos de
exquisito pan –que estaba extraordinariamente bueno-, almorzamos entre risas y
cachondeo…
Tanto… que no nos dimos cuenta de la hora…!! Y apenas acabábamos de dar los
últimos sorbos a los cafelillos… los amigos Mussols nos llamaban para que
acudiéramos a la casa. Pues se preparaban para partir… y nosotros teníamos los
cascos allí.
Así pues, liquidamos cuentas con los simpatiquísimos del bar… y salimos de
nuevo a la plaza. Donde ya nos esperaba algún que otro Mussol…
Los amigos de Martorell nos invitaron a ir con ellos hasta su local… donde
tenían pensado comer todos juntos. Pero yo por un lado, iba sin dormir. Y
aunque ese día tenía fiesta… la perspectiva de quedarme frito en la mesa
después de comer, teniendo por delante el trayecto Martorell – Vilafranca –
Sitges, no me apetecía demasiado.
Y por lado… tanto Pepe y Mary, como Juanpoti y Aracely, tenían compromisos
familiares.
Así que a pesar que en un principio me dejé tentar por la idea de ir a comer a
Martorell, finalmente decidimos no ir… y volver directamente a Vilafranca.
Pues visto lo visto… poco más había que hacer por allí. Y con la rutilla que
nos quedaba por delante, y el estado de la carretera… no era cuestión de
pensárselo demasiado.
Con lo cual, nos despedimos cariñosamente de los amigos Mussols… que partieron
enseguida, poniendo rumbo a su local. Y mientras, nosotros… calentamos motores,
formando luego el grupete de ruta… saliendo acto seguido a la temida
carretera…!
Que si bien el sol había calentado a lo largo de la mañana, y ya no presentaba
tan mal aspecto como en la ruta de ida… no dejaba de ser un peligro constante,
con plaquitas de hielo esparcidas por todo el primer tramo… y el ventorro
cojonero que seguía soplando traicionero.
Salimos de Cornudella… y –apenas sin darnos cuenta- ya habíamos pasado la peor
parte. Así que llegar a Les Borges del Camp, y enfilar dirección Tarragona… fue
todo uno.
Luego, rodando a muy buen ritmo… fuimos en busca de la N-340, que nos llevó de
vuelta a nuestra zona… Eso sí, soportando en todo momento el viento de la ida…
que no quiso abandonarnos hasta bien entrado el Penedès!
Llegando a El Vendrell… Juanpoti y Aracely abandonaron el grupo entres sonoras
pitadas, y besitos al aire… je, je, je…
Hasta la vista, companys…!!
Luego, llegamos a Vilafranca. Y Pepe –que iba en cabeza- enfiló hacia Mare
Ràfols, donde paramos las burricas… echamos unos pitillos de despedida… y en
menos de diez minutos nos despedíamos definitivamente, separándonos y tirando
cada uno para su casa.
Pepe y Mary, para Vilafranca… Eolia y yo, para Sitges.
Y así concluía la salidica de aquél día…!!
Una rutica atípica… con frío, hielo, y nieve. Aunque lo peor, a todas luces…
fue el puto viento que nos azotó sin piedad en casi toda la ruta…
Pero bueno, ya va bien –de vez en cuando- tener una rutica así… Pues con ella,
uno se curte y prepara para otras en las que –quizá- sin previo aviso, debamos
soportar condiciones tan malas o peores…
La verdad… una salida cojonuda…!!
Ruta para recordar…
…y el encuentro con Mussols!! Que siempre es un placer gigante…!!
Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!