Por Jaqueton:
El pasado 21 de diciembre, entró “oficialmente” el invierno... Y anda que para
tal fecha, elegimos un sitio cálido de cojones.... je, je, je...
Aunque fue una de las rutas en las que más he disfrutado. Principal y
personalmente, por que ruteé de noche. Algo que me entusiasma...
En especial, cuando –como fue el caso- está próxima el alba... y las cosas
dejan de ser sombras, los gatos dejan de ser pardos, y la carretera por la que
uno rueda casi ingrávidamente... se ilumina ante el poder del nuevo y estupendo
día que viene a alumbrar y calentar el camino...
Algo cursi? No.... algo emocionante.
Es como si a medida que se va iluminando todo, a uno se le cargaran las pilas
con una energía especial....
Así pues, en esta ocasión no puedo decir que el día amaneciera de ningún modo
cuando me levanté... pues eran algo así como las 4:45 de la mañana, y casi todo
lo que hice antes de coger el portante y largarme, lo hice con los ojos pegado
a la barbilla.... je, je, je...
Me levanté, me duché, me arreglé... y a eso de las seis menos cinco o así, salí
raudo y emocionado del parking, al encuentro con mis amigos en LB2.
Saliendo de La Blanca Subur, me fijé en el termómetro de una de esas farmacias
para coches que hay justo a la salida de la villa... y marcaba 10 grados.
Y diez grados, a las seis de la mañana, se me antojo un muy buen preludio....
un día estupendo nos aguardaba...!!
El trayecto, como os podéis imaginar, fue tranquilo... Pasé por los pueblos
desiertos, dando recado presto que un motero pasaba por allí, con los
atronadores despertares de un tubo que ese mismo día se despedía de las rutas,
pues mi compañero Fredy ya me había arreglado el otro.....
Bravo por él!! Que lo ha hecho más que de puta madre....!!
Llegué a LB2 a eso de la media... la gasolinera estaba cerrada, y hasta que no
entré dentro del garito, no me enteré que no abrirían hasta las 7:00.... Y yo
que había llegado hasta allí en reserva...!!
Dentro e esperaban ya Fredy y Moli –como se nota cuando uno sale con gente a la
que le gusta madrugar...-, y me alegré sobremanera de no ser el primero como
casi siempre... je, je, je....
Pedí mi famoso carajillete descafeinado de roncete... y allí celebramos luenga
conversa mientras aguardábamos a que abriera la gasolinera.
Decidimos –como habíamos acordado que lo haríamos- por donde íbamos a ir hasta
Sant Quirze... Y la verdad es que no hacía tanto frío como para no arriesgarse
a ir por el Ordal... Y mucho menos, para ir a pagar el peaje de la AP7.
Así que... decidido. Por el Ordal, compañeros...!!!
A la hora convenida, abrió la gasolinera. Llenamos depósitos –a Moli no le fue
menester- y salimos en ruta por aquella N-30 que tan buenas sensaciones nos ha
dado siempre...
Y empezó la ruta!!!
Circulábamos, hacia un horizonte que tímidamente empezaba a clarear...
Yo iba a la cabeza, seguido de Moli, y cerrando filas nuestro bienamado Fredy.
Cruzamos L’Arboç, pasamos Vilafranca... y justo pasando Avinyonet, descubrí un
delator termómetro que nos avisaba que por allí rondaban los 6 grados...!
Empezaba a hacer un pelín de frío...
Seguimos adelante. El día cada vez estaba más abierto, pero el sol parecía que
estuviese en huelga...
Los kilómetros desaparecían bajo nuestras ruedas, sin prisa, pero sin pausa...
y pasamos Vallirana. Donde otro “soplón” nos avisó que la temperatura llegaba
ya a los 2 grados....
...un poco más adelante, Moli puso el intermitente izquierdo. Yo, al verlo,
pensé: -“Me he equivocado”
Pero acababa de ver el letrero que nos indicaba que íbamos dirección Molins de
Rei, y era evidente que no me había descaminado...
Cuando se percató que ya le había visto, decidió adelantarme. Y unos centenares
de metros más adelante, puso el intermitente derecho –cosa que el resto
imitamos- y se paró en el arcén.
Nos bajamos de las motos, y cuando le interrogamos por tan extraña maniobra nos
preguntó:
-“A vosotros no os duelen las manos...??” –Je, je, je...
Y es que –evidentemente- todos teníamos las puntas de los dedos que nos iban a
estallar... Así que decidimos tirar un poco más adelante, donde el arcén se
hacía ancho hasta caso crear un apartadero... y allí echar unos pitillos,
descansar y charlar un rato, al tiempo que nos calentábamos las pezuñas y
cogíamos fuerzas para encarar la recta final de la primera mitad de la ruta...
Como 15 minutos más tarde, salíamos de allí –esta vez con maese Fredy a la
cabeza- dispuestos a llegar a Sant Quirze.
El trayecto ya fue más cálido a partir de allí. Y poco a poco, cada vez
estábamos más cerca de nuestro destino rutero, de nuestra concentra, y de
nuestro suculento almuerzo...
Hubo un amago de despiste, y cuando justo nos deteníamos en una gasolinera a
preguntar si íbamos en el buen camino –y es que la zona de Terrassa y Sabadell
viene a ser como un triángulo de las Bermudas-, pero en el momento en que nos
parábamos, descubrimos el cartel que nos respondía todas las preguntas posibles,
y en el que se podía leer: “Sant Quirze del Vallès”..... Y estábamos a punto de
llegar...!!
Y llegamos.
Una vez en Sant Quirze, era menester averiguar donde era que se celebraba el
evento... pero claro, nos paramos en una rotonda, y aunque vimos algún motero
que tiraba calle arriba, también vimos un bareto... y la cabra tira al
monte.... y nosotros a los carajillos... je, je, je....Y allí que fuimos a
calentarnos por dentro, mientras pensábamos preguntar allí si ciertamente la
concentración estaba subiendo aquella calle para arriba...
Nos echamos los cafelotes –para variar, la camarera se alucinó con mi
“barrecha”- y después que Fredy les preguntara a una mesa de “monillos” que
estaban allí desayunando cacahuetillos.... ya supimos ciertamente, que por aquella
cuesta se llegaba a la concentra de nuestros amigos de KM. 0.
La “VI Botifarrada” de esa gente, y la segunda a la que acudo personalmente...
Subimos la cuesta, llegamos al punto donde un simpático motero te numeraba la
moto con una pegatina.... aparcamos las monturas, nos despojamos de cascos,
guantes y bragas... y nos dispusimos a hacer cola para las inscripciones....
Aquello estaba concurrido, aunque aún no habían llegado la mitad de los que
teníamos que ver.
Nos inscribimos, y nos fuimos a dejar la camiseta a la moto... justo antes
empezar con la cola para los bocatas –punto más importante del día....
Aunque aquello era una botifarrada, también tenían panceta... Y eso fue los que
nos sedujo a Moli, Fredy y a mi....
Y entonces si. Armados con un buen bocata, nos procuramos unas cervezotas, y
nos fuimos a yantar a un rincón mientras observábamos como seguían “llegando
corredores”....
Con la tripita llena, y la cervecita limpiando las tuberías... nos fuimos a por
el café... Pero resulta que la cafetera se acababa de estropear, y allí nos
quedamos, pegados a la barra, compuestos y sin carajillo.....
Suerte que Fredy –un gentleman donde los haya- se cameló a la simpática señora
que se encargaba de la cafetera, y ésta nos procuró un cafetillos de estranquis,
y no muy calientes, pero que nos sentaron divinamente.... je, je, je....
Y ya por fin pudimos dar por terminado el almuerzo...!
De allí, a mirar tiendas... parches, chupas, rulos, alforjas, pilotos, faros,
relojes.... y Fredy se pilló un reloj para el manillar...
Seguimos mirando tenderetes... echamos unos meíllos en uno de esos wc
portables...
Y a admirar motos y carros...!! Allí había un modelo del único carro por el que
me dejaría cortar un huevo... un imponente Ford Mustang...!!! Qué maravilla de
buga.... Lástima que aquél estaba tocado, y no sonaba como debía sonar
originalmente....
También había un Cadillac ElDorado. Aunque no era el modelo ’59 de mis
sueños... pero era igualmente precioso....
Y una estupenda Ural!! Con sidecar...!!! Una moto rusa que aunque sea
relativamente nueva, tiene el aspecto de una clásica de los años 40... y muchos
de los inconveniente mecánicos de una moto de esa edad...
La verdad es que había un montón de motos.... La concentra fue un verdadero
éxito. Y además, el tiempo que nos acompañó aquél día, fue fantástico –si no
contamos con el frío friolero de la mañana- y un estupendo Lorenzo nos vino a
visitar con muchas ganas... je, je, je....
Empezó la ruta turística, pero nosotros decidimos no participar e ir enfilando
para abajo.... y así poder rutear sin prisas, hacer las paradas pertinentes
–cervecera incluida- y llegar a casa a una hora más que decente para comer cada
cual con los suyos...
La primera parada al salir del recinto, fue la gasolinera de enfrente. Yo llené
–por si aca- pero en realidad no me hacía falta... Y en cambio a Moli, que sí
necesitaba el octanado elemento... no le fue posible echar una triste gota en
el depósito... Cosas de la tecnología gasolinérica.
Así que resolvimos largarnos de allí y pararnos en la siguiente estación de
servicio que se cruzara en nuestro camino....
....y la encontramos enseguida.
Paramos, Moli llenó sin problemas, y emprendimos de nuevo la marcha
capitaneados por Fredy, quien nos llevaría de nuevo a la N-340. Baldosines
amarillos del camino de nuestro particular cuento rutero...
Esta vez, regresamos cruzando de cabo a rabo Molins de Rei. Dimos más vuelta,
pero tardamos aproximadamente lo mismo... Y un poco antes de Vallirana, paramos
pues Fredy sintió en el bolillo el insistente e inquietante temblor del móvil.
Momento que aprovechamos los tres para echar un pitillo relajadamente, pues
íbamos muy, pero que muy bien de tiempo...
Después de esa parada, mi menda lerenda relevó a Fredy en el puesto de Capitán
de Ruta y tras recibir el encargo de llevar al grupo hasta La Abadía de la
Cerveza... partí fugaz y resuelto a cumplir tal responsabilidad...
El trayecto fue tranquilo, ligero, y con muy buen tiempo... Llegamos a la
cervecería, nos sentamos, e iniciamos una estupenda charla que fue el botón de
cierre de aquella maravillosa mañana rutera. Después, como siempre, apretones
de mano, abrazos, despedida... Cada cual a su burra, y regresando a casa que es
gerundio...!
Fredy y yo nos separamos de Moli entre pitos y agitadas de mano. Y yo mismo y
él, hicimos lo propio poco más tarde, despidiéndonos hasta la siguiente rutilla
almuercera....
...que estaba a la vuelta de la esquina y era muy especial: La última de
año...!! Je, je, je....
En definitiva y como dije al principio, ésta fue una de las rutas más guapa
–sino la que más- que –en mi opinión- se ha hecho en esta pequeña gran aventura
llamada AMICUS.
Una delicia. De verdad....
...así deberían ser todas. Salir bien pronto, rutear al amanecer, y llevar
siempre el reloj a nuestro favor....
NaClu2!!!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada