




Por Jaqueton:
A veces las cosas salen como salen, o empiezan por casualidad... Y ésta salida
es el ejemplo más claro de ello.
El amigo Escacs, apareció por el foro con el flyer de la II Reunión Motera en
Can Bonastre, y mira tú por donde, que el compañero K-RloteS se animó...!
Moli, que venía de unas vacaciones por tierras segovianas, también decidió salir
a gastar caucho...
Y yo, que un principio no tenía claro si forzar o no la máquina... me acabó
venciendo el veneno este que nos corre por las venas con olor a gasolina, y
también me animé! Je, je, je...
Vamos, que en tres días, de no tener previsión de salida alguna... a tener una
propuesta en toda regla, para pasar una estupenda mañana con los amigos de
Exilio Motero.
Como digo, yo esa noche curré...Así que esa mañana, salía yo de Sitges a las
siete de la mañana, feliz y contento porque finalmente el amigo Moli se decidió
a salir, y podrí a compartir con él uno de los mejores momentos previos a la
ruta: El cafelote...!
Y es algo que le honra, porque la noche anterior estuvo de fiestorra mayor en
su pueblo. Y esas cosas, a veces, cansan más que currar... je, je, je...
Llegué al Monterrey, después de subir por la C-15, cagándome en la puta madre de más de tres
descerebrados que todavía no se han enterado que después hincharse en la barra,
lo suyo es coger un taxi… y antes que pudiera acomodarme en la mesa, ya tenía
allí al compañero a lomos de su Negra.
Pedimos cafelotes... charlamos un ratillo... y decidimos emprender cuanto antes
la ruta, pues sólo había camisetas para los primeros inscritos...!!
La subida fue tranquilota. Fresquita… pero relajante.
En principio, subiríamos como el día de Vallbona d’Anoia, sólo que en ésta
ocasión nos meteríamos por el desvío previo a Piera. Pero como yo iba delante,
y como suele sucederme… me despisté. Y tiré par Vallbona más feliz que todas
las cosas… je, je, je…
Cruzamos el pueblo… y salvo un par de despistes más, no tuvimos mayores
problemas en encarar nuestras proas hacia Piera, donde no tardamos en ver el
primer cartel que rezaba “MOTOS”.
Y ahí empezó la búsqueda incansable de cartelitos, que poco a poco nos acercaban
a nuestro destino…
Cartelicos que según se iban intensificando, nos metían más y más en un montón
de calles reviradas y pendencieras. Pocas veces han sido tan imprescindibles
ésas pequeñas cartulinas… pues sin ellas, seguro que aún estábamos buscando el
garito! Y eso que ya hace diez días de la salida…!
Cuando finalmente dimos con el recinto, aparcamos nuestras niñas entre un
montón de hermanas… y tras echar las cuatro primeras fotos de rigor, partimos
raudos al tenderete a inscribirnos!
Una vez cumplimentado éste imprescindible trámite para optar a la camiseta…
buscamos al amigo K-RloteS. Cuya moto habíamos visto fuera. Con lo cual, no
debía andar muy lejos de la barra… je, je, je…
Y allí estaba! Con un par de amigos –Raúl y Mati-, que hasta allí habían ido en
49… Y es que cualquier bicha con dos ruedas y cilindro, es digna de mención
cuando se trata de encontrarse…
El gusano del hambre empezó a hacer mella en nuestros atribulados y moteros
estómagos… y no tardamos en ir a buscar los tickets que nos permitirían
llenarlos con apetecibles viandas.
La lista era enorme!! Lomo, bacón, botifarra, morcilla, chistorra, hamburguesa…
Personalmente, creo que ese fue uno de los pocos fallos –si así puede llamarse-
de la organización. Pues con menos variedad, los bocatas hubieran salido mucho
más rápido, y la gente hubiera salido igual de contenta.
Pero bueno, de todo se aprende… y para la próxima ya mejorarán…
Allí, a punto de pillar los tickets, conocimos a Pepe. Un compañero usuario de
Custom 125… que me reconoció, y recordó una vez que le dije que se viniera con
nosotros. Pues el compañero es de Vilafranca…
No tardamos en sentarnos todos en una mesa, a deglutir tan suculentos
almuercetes.
Pepe, K-RloteS, Raúl, Mati, Moli y mi menda lerenda, almorzamos más que
ricamente mientras la música alegraba la mañana… y una tela de buten, nos
procuraba una estupenda sombra en la que refrescar nuestras cocorotas… Y es que
el sol empezaba a picar de lo lindo…!
Personalmente, no pude terminarme el bocata.
Y es que después de pasar la noche de servicio zampando y bebiendo… el cuerpo
lleva los horarios cambiados.
Así que me empujé la mitad de aquél hermosote bocata de morcilla… y con todo el
dolor del mundo, tuve que resignarme a no saborear el resto del embuchado que
mi cuerpo rechazaba.
Ya habíamos terminado todos de moler, cuando decidimos acudir al tenderete
donde un par de ratos antes nos apuntábamos… a buscar las prometidas y ansiadas
camisetas.
Premio y trofeo a partes iguales, de los madrugadores del día.
Allí estábamos esperando el turno, cuando me sonó el móvil.
Era Miguel!!! Que hasta allí se había acercado, y a quién fui a saludar ipso
facto… Y es que hacía por lo menos desde Cervera que no le veía!!!
Allí se encontraba con sus acompañantes, guardando cola para el almuerzo. Así
que después de un fuerte abrazo… volví de nuevo a la cola de las camisetas.
Pues a puntito estaba de tocarnos…
De allí, a dejarlas en las motos… Después a chafardear los tenderetes… Y media
horica más tarde, decidimos que quizá ya iba siendo hora de partir.
Pues yo debía dormir esa tarde –cuanto antes mejor-, y a Moli le esperaba su
familia para seguir disfrutando de las Fiestas Mayores de Santa Oliva.
Con lo cual, y después de despedirnos de K-RloteS, Raúl y Mati, que allí se
quedaron disfrutando de la concentra… partimos los tres para las motos, con la
intención de llegar prontico a Vilafranca, y tomarnos allí las acostumbradas
cervezuelas de fin de ruta.
Antes, eso sí, busqué y llamé a Miguel para despedirme. Pero la búsqueda fue infructuosa.
Y como sabría más tarde llegando a casa… el amigo también se fue prontico, pues
le reclamaban asuntos familiares y dominicales.
Total. Que capitaneados por Moli… Pepe en el centro de grupo, y yo en la cola…
Partimos los tres dispuestos a disfrutar de la ruta, del sol, del aire, y de la
carretera.
La ruta fue tranquililla. Sin pausa, sin prisa, y con mucha ilusión…
Y es que siempre es un placer rutear con un nuevo amigo, y mostrarle que
nuestra principal premisa –independientemente de las cilindradas- es rodar a
ritmo tranquilo y feliz.
Disfrutando tanto la ruta, como la compañía… y llegando a los sitios como hemos
salido: Juntos.
Llegamos a Vilafranca, tiramos para el Monterrey, y en su terracita de la Rambla de la Girada… nos metimos tres
claras, como tres soles… Que además de refrescar nuestros gaznates, sorbo a
sorbo, nos acercaban a la despedida…
Y así fue.
Tras una animada charlita terracera, decidimos partir cada cual para su casa.
Pepe, en la misma Vilafranca… Moli, bajando la N-340, hacia Santa Oliva. Y yo, recorriendo la C-15 y un tramo de la C-32… hacia La Blanca Subur.
Dando así por finalizada la salida de aquél día, que no solo
vino prácticamente por sorpresa… sino que además nos permitió conocer nuevos
compañeros –que esperamos sean pronto amigos-, y saludar a Miguel. A quien
espero pronto poder tener entre nosotros compartiendo ruta y algún que otro
suculento almuerzo…
Mientras, en Can Bonastre, K-RloteS se despedía de Raúl y Mati… y saludaba a un
Escacs que –aprovechando un aviso de Martorell- pasó por allí a saludar y echar
un cafelote…
Y así, sin más, terminó la salida del pasado ocho de agosto, que ya iba siendo
hora que plasmara en una crónica… je, je, je…
Y ala! A seguir esperando a la próxima aventura de AMICUS! Que si el tiempo no
lo impide de nuevo, será el próximo veintidós de agosto…! Oh, yeah!!
NaClu2!!!