Por Jaqueton:
Martes, dieciséis de noviembre de dos mil diez.
Festivo? No.
Pero aún así, ha sido motivo de fiesta y alegría.
Como cualquier día, que con cualquier excusa, nos juntamos... ruteamos... y
-evidentemente- almorzamos.
En esta ocasión, la excusa ha sido hacer una expedición a Goya Motos. Estupenda
tiendecilla en la que -por lo que recordábamos de la última vez-, gozan de
estupendos precios, calidades, y posibilidades de regateo...
La noche anterior a la salida, la pasé currando en el parking. Y la verdad, es
que en más de dos ocasiones -y en más de diez- salí del subterráneo a comprobar
que el viento no había arrancado palmeras...! Y es que, a eso de las cuatro de
la madrugada, soplaba con ganas de cojones...!!
Llegó la hora del relevo... y partí raudo hacia el punto de encuentro. No sin
antes realizar la acostumbrada paradica en Canyelles, para dar de comer -o
mejor dicho, beber- a mi pequeña...
Llegué al Monterrey, entré, pedí el carajillazo... y antes que me lo pusieran
en frente, entró K-RloteS diciendo:
- Yo otro como ese...!! Je, je, je...
Y si el domingo llegó pelaíco de frío... esa mañana no iba a ser menos.
Menuda cara traía...!!
El amigo del bareto, nos sacó una mesilla terracera, y nos salimos a cafetear
mientras esperábamos la inminente llegada de Tito.
A todo esto... Moli me mandó un "eseemeese", interesándose por si
acudiríamos sobre dos o cuatro ruedas. Y es que por la zona de Santa Oliva, se
conoce que Eolo soplaba con ganas...
Pero como saliendo de Sitges a las siete, el viento había apaciguado... Y
saliendo de Castellbisbal, también...
Allí estábamos K-RloteS y yo, con nuestras burricas al lado.
A todo esto, llegó Tito. Que se tomó un cafetín con nosotros, y en un
periquete, ya nos tenías a los tres sobre la carretera, dirección a Santa
Oliva.
Concretamente, al Junior. Donde habíamos quedado con el compañero Moli.
La rutilla, carente de viento -que no de contratiempos- fue tranquilita y
fresquilla.
Al amigo Tito la moto le hizo una mala pasada, y tuvo que meter reserva a la
altura de L’Arboç... Así que lo primero que hicimos al llegara al Junior, y
aprovechando que precisamente habíamos quedado con Moli en una gasolinera...
fue llenar el depósito de Águila Negra.
Realmente, con Moli, habíamos quedado que si no estaba en la gasolinera,
tiraríamos para su casa... Pero no hizo falta.
Porque cuando apenas llevábamos medio minuto en la gasolinera... apareció
montado en su Negra.
Allí, llenó también el depósito... y aseguró la presión de sus neumáticos. Pues
el domingo comprobó que el trasero lo llevaba "sospechosamente" bajo.
Esperemos que no sea pinchazo, y que simplemente sea una falta de
comprobación...
Serían cerca de las nueve de la mañana.
Teníamos los depósitos llenos.
Algunos, vaciaron vejiga...
Estábamos a punto.
Preparados... Con ganas de ruta.
El viento había parado... Qué faltaba?
Salir!!!
Así que eso hicimos... Salimos, capitaneados por Moli, seguido de K-RloteS y
Tito, y cerrando el grupete... mi menda lerenda.
La rutica fue bastante ligera, si tenemos en cuenta que el viento -que sólo
estaba dormido- se despertó muy pronto, y empezó a dar bastante por el culo...
Sólo hubo -si podemos llamarlo así- un sustillo...
Y es que un camión de esos de transportes largores y especiales. De esos que
llevan coche con luces delante y detrás... cambió de carril sin previo aviso ni
intermitentes, justo cuando me disponía a adelantarles, siguiendo a mis
compañeros.
Pero como somos gente de velocidad muy prudente -y más en días como el de hoy-,
no pasó nada significativo.
Frené... esperé mi ocasión, y adelanté cuando me fue posible, para reunirme con
mis compañeros, y seguir ruta en perfecta formación.
Llegamos a Vila-seca, y Moli -como si llevara un "gepeese" en el
culo-, nos llevó directamente y sin titubeos, a la puerta de la tienda que
íbamos a visitar.
Subimos las cuatro motos a la acera... Las aparcamos perfectamente alineadas...
Y decidimos llegada la hora de buscar un bareto donde darle un poco de alimento
a nuestros atribulados y vacíos estómagos moteros.
El bareto de al lado de la tienda, estaba cerrado. Y como él, los colindantes.
Pero al otro lado de la calle, había uno que tenía las puertas abiertas... y la
plancha en marcha. Así que para allí que nos fuimos, dispuestos a pasar un
ratillo agradable, sentadicos, y descansando culete... je, je, je...
Que aunque no fuera una ruta excesivamente larga, el hecho de circular con
viento la convierte en bastante más cansina. Tanto a nivel físico, como mental.
Así pues, nos acercamos a la barra, donde nos atendió un chulesco -aunque
simpático- camarero... al que le pedimos los bocadillotes y los bebercios.
Nos sentamos en la mesa más cercana a la puerta... y empezó la conversación que
amenizaría todo el almuerzo, los cafés, y la sobremesa.
Los bocadillos, excelentes...! Pan de baguette... No muy hecho -como a mí me
gusta-, y el pollo, justo en su punto. Jugosito... je, je, je...
Y el precio, también. El justo y apropiado.
Así que para futuras expediciones a Goya Motos, ya tenemos donde
"repostar"...
Y llegó el momento de ir a la tienda!!
Sorpresivamente, descubrimos que no estaban los mismos dependientes de la otra
vez.
En su lugar, había dos señoritas que atendían al personal, y un caballero que
se encargaba del género...
Tito, que tenía la idea muy clara, tiró directamente hacia las cruzadas. Y
aunque no acertó a la primera con la talla... no tardó en dar con ella. Y menos
mal! Porque si no, amenazaba con llevarse una gabardina...!
Pero no... Encontró la idónea, que se ajustaba perfectamente a sus necesidades,
y tan pronto la tuvo elegida, ya se la dejó puesta.
Y ala! A mirar guantes!
K-RloteS en cambio, tenía gustos divididos... Y aunque tampoco tardó en decidir
que le apetecía más una cruzada que una chupa más "erre"... tuvo
serios problemas con la talla.
Y es que una que le entallaba de puta madre, y tenía las mangas a la perfección...
le era algo estrecha. Y si tiraba una talla para arriba... le sobraba chupa por
todas partes.
Pero también, finalmente, acabó decidiéndose por la que más y mejor le
ajustaba.
Mientras, Tito, se pilló unos calzoncillos "de cuello alto" para el
invierno, y unos guantes con protecciones.
Y llegó la hora de pagar... donde descubrimos que el clásico y típico regateo
que tanto nos gustó las veces anteriores, ya no era política en la empresa.
En su lugar, eso sí, nos aplicaron un descuento del siete por ciento, que nos
dijeron que respetarían para todos los que hasta allí llegaran de parte de
AMICUS Moto Grupo.
Y nosotros, en agradecimiento, les prometimos que en cuanto nos manden el
logo... les colgaremos un anuncio en nuestra Web...
"Trueque" comercial lo llaman... je, je, je...
A todo esto, ya teníamos listas las compras... y decidimos partir.
Antes, eso sí, echamos un pitillito en la calle... comentando la jugada. Y
mientras, Tito descubrió que se había llevado dos guantes para la misma mano!!
Menos mal que estábamos delante de la tienda, y entró a cambiarlo sin
problemas...
Y de allí ya, por la hora que era, decidimos partir directamente y sin pausas.
Así que nos despedimos unos de otros... y tras montar en nuestras niñas,
partimos en pos de nuestra ruta de regreso...
La ruta, como la ida.
O si cabe, incluso un poco más ventosa y toca pelotas.
Pero bueno... con la calma y a buen ritmo, se rodó bien.
Llegamos a El Vendrell... y Moli se despidió en el desvío a santa Oliva. Y
desde allí, K-RloteS ocupó la posición de "Route Captain"...
Y aquí, viene otro de los "sustillos" de la ruta:
Un camión con chófer hijo de puta y cabrón, que espero que no se muera nunca,
pero que pase el resto de sus días con diarrea y tos asmática... no se le
ocurre otra cosa, que en mitad de la nacional, dar la vuelta!! Cruzándose en
toda la carretera...!!!
Menos mal, que como dije antes, llevamos un ritmo más que prudente... y pude
parar sin problemas.
Pero ya os digo yo que si es otro, fijo que se empotra bajo las ruedas del
monstruo aquél...
Así que mis compañeros, viendo que no puede seguirles, pararon a la entrada de
L’Arboç. Donde nos juntamos.
Y juntos, seguimos hasta el desvío a
Fui en cabeza, hasta que llegando a Sant Miquel d'Olèrdola... el amigo Tito me
hizo señas para parar. Y lo hicimos en la gasolinera del lugar... donde el
compañero aprovechó para echar un meíllo... y yo, un pitillo... je, je, je...
Pero no tardamos mucho en continuar ruta, pues la hora apremiaba. Y yo ya tenía
ganas de comer, y echarme largo, a chafar oreja...
En este tramo, Tito fue quién capitaneó la "expedición", cumpliéndose
así un ciclo bastante atípico. Pues pocas veces pasa, que todos los miembros
del grupo ocupemos en una u otra ocasión, ese sitio en el grupo de ruta...
Bajamos casi hasta Canyelles. Y como hiciéramos el domingo, tiramos por la
carreterilla que nos llevaría prácticamente hasta Sitges... Donde llegamos
apenas veinte minutos después.
Aparcamos nuestras niñas... Salimos a la calle... Y tras un sentido abrazo, nos
despedimos hasta la próxima.
Felices y satisfechos. Contentos y orgullosos... Por la especial ruta, y
excelente compañía que habíamos disfrutado.
Como tiene que ser...!! Oh, yeah!!!
NaClu2!!!
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