Por Jaqueton:
Joder, joder, joder...!! Que no he hecho la
crónica... y pasado mañana está la siguiente salida!!
La verdad es que estas dos semanas he andado liadico... y cuando he tenido
tiempo, no he tenido ganas. Y cuando he tenido ganas, no tenía tiempo... y
claro, por unas cosas u otras -como suele decirse- "la casa sin
barrer".
O en este caso... la crónica sin hacer.
Así pues, compañeros, después de entonar un melancólico y pesadumbroso mea
culpa, no me queda sino poner hilo en la aguja, calzarme el dedal en el
dedín... y liarme a describir la estupendísima salida del pasado doce de
febrero.
Aquella fue una salida muy especial... aunque tuvimos la mala suerte de no
poder compartirla con muchos de los compañeros.
Algunos, por dolencia física... como Choppers y Pitu.
El primero, recién operado de la mano... y que por prescripción facultativa,
precisaba de reposo y tranquilidad.
Y el segundo, por problemas intestinales y de garganta que le confinaron a
guardar reposo en casita...
Aunque ambos ya se recuperan... y pasado mañana podremos compartir la pedazo de
celebración que nos viene...!!
Otros, por anunciada imposibilidad de asistencia, como Pincholo...
Alguno, porque directamente no se acordó... o el frío le acojonó. Como Juan.
Y alguno más hubo, que el frío no es que le acojonara... sino que directamente
le "incomunicó"...! Como K-RloteS, que a las siete de la mañana me
llamaba... para comunicarme que en Castellbisbal -o más concretamente, en la
urbanización donde vive- estaban a cinco grados bajo cero...!!
La calle, completamente cubierta de hielo... y los coches, con dos dedos de
escarcha, que le hacían quitar las ganas de montar en burra al más pintado.
Y como el compañero vive en un sitio semejante a San Francisco, donde las
calles tienen más inclinación que nuestras burras sobre el caballete...
cualquiera se aventuraba a salir...
Total, que fue una de esas salidas de invierno... que aún sin llegar a batir
records históricos en AMICUS, recordaremos mucho tiempo...
Por ellos. Por todos los que no pudieron asistir... levanto mi copa, y empiezo
a escribir...!!
Aquella noche la pasé currando. Bueno, currando... y sacándole brillo a mi
estupenda y recién estrenada montura! Je, je, je...
Pues ese día, Guillermina se metería la primera salidilla de su historia...!!
Los vaticinios meteorológicos, pronosticaban sol para el domingo. Pero a la
vez... unas bajadas brutales de temperaturas por la ola de frío polar que
llevábamos días padeciendo.
Era día de ponerse calzoncillos de cuello largo, y calcetines con orejeras...
Salí del parking donde curré... y me fui al que normalmente pernoctan nuestras
burrillas, y donde había quedado con Tito.
Faltaba todavía media hora. Pero me lo tomé con filosofía. Me eché un
pitillín... y me dispuse a esperar la llegada de nuestro Capitán.
A esa hora me llamó K-RloteS, que entre el cric-crac de los hielos que pisaba,
y clic-clic-clic del castañetear de sus dientes, se lamentaba de la mala
fortuna que le impedía salir de casa.
Así que tras colgar, llamaría a Jordi para avisarle que no le esperara...
advirtiendo que "quizás" si el tiempo cambiaba, se aventuraba a venir
a media mañana, cuando el hielo desapareciera.
Aunque no fue así... Pues el hielo persistió hasta el lunes...!
Cuando legó Tito al parking -dando palmadas con los pies para calentarse-, le
informé de la mala noticia... y eso nos hizo pensar en aquél refrán cargado de
sabiduría que reza: "Cuando las barbas de tu vecino veas cortar... pon las
tuyas a remojar".
Con lo cual... saldríamos de Sitges con mil ojos, rodando muy tranquilamente...
No fuera caso que encontráramos hielo en la carretera!
Pues... si bien en Sitges no teníamos los cinco grados negativos de
Castellbisbal... a donde nos dirigíamos, seguro que estaban bajo cero.
Así pues, calma...
Salimos de La Blanca Subur... y una vez en la autovía, pudimos ver los restos
-quizá de sal- que había en forma polvo, esparcidos por la vía.
Como -en teoría- no íbamos a realizar la salida organizada, si no que en la
Sede y ante un café, decidiríamos a donde ir... acordamos no parar a echar
gasolina, y tirar directamente para el Monterrey.
Así que en un plis, nos plantamos allí dispuestos a cafetear como descosidos,
calentando manos, culos y narices...! Je, je, je...
A tres grados bajo cero estábamos al pasar la rotonda...!!
Je, je, je... Menuda salida de estreno para Guillermina...! De las que me gustan
a mí!
Llegó Pepe... Luego los señores de Barón... Y finalmente Jordi.
Éste último merece mención especial... porque tras atravesar el Ordal, llegaba
que no sabía si bajar de la moto... o dejarse resbalar hasta el suelo!
Menuda rasca pilló el pobre...!!
Pero bueno. Nada que no solucione un café bien calentito... (En su caso,
carajillo de ron... que me animó a repetir el mío... je, je, je...)
Allí estábamos decidiendo a donde ir... cuando descubrimos una pareja de
vecinos, que a su vez descubrían su coche montado en la acera... y una rueda
prácticamente horizontal!
Y es que algún hijo de la gran puta -y de varios padres desconocidos-, esa
noche le endiñó al coche un zambombazo, que lo subió literalmente a la acera!
Si es que... hay para cogerlos de los huevos con un alambre, y atar el extremo
a las aspas de un ventilador...!
Menuda gracia mañanera para la pobre pareja...
Todavía no teníamos claro a donde ir. Y si algo claro teníamos... era que no
iríamos a Santes Creus, cruzando el Coll de Santa Cristina.
Asfaltos en los que da el sol menos a menudo, que debajo de mis michelines...
Así que después de valorar distintas opciones, acordamos unánimemente recurrir
al socorrido y siempre apetecible "Miguelito"...!
Y aprovechar que los amigos Barón Negro y Baronesa no los habían probado
todavía... para fortalecer la excusa... je, je, je...
Uno tras otro, pasadas las nueve de la mañana, y dejando que los tímidos rayos
de un cohibido sol calentara nuestros cascos... fuimos ocupando nuestra
posición en el grupo de ruta:
Primero... nuestro Route Captain. A lomos de su Águila Negra...
Después, Pepe. Montando una hermana de la primera.
Seguidos por los señores Barón, que como siempre, montan una estupenda y
preciosa Deauville...
Detrás, Jordi. Con su sonora y acojonante Harley... que es la delicia de mis
oídos.
Pero que ese día me iba a putear... porque me iba a impedir escuchar el sonido
de mi Guillermina...! Ya que a falta de Pitu... mi menda lerenda cerraría el
grupete.
Salimos de Vilafranca... y enfilamos la N340 de nuestros amores. Cruzamos
L'Arboç... Bellvei... y en la salida hacia Valls -al lado de Santa Oliva-
pillamos la vieja carretera, que nos pasó de "serreta" a "fila
india" cuando la mano de Tito nos lo indicó.
Poco después, tras pasar un par de puebletes... doblamos a siniestra mano la
rotonda... y antes de que cantara el gallo ya nos encontrábamos aparcando
nuestras bellezas antes las puertas de "Ca la Conchita"...!!
Local de nuestros amores bocadilleriles... y nuestros sueños almuerceros más húmedos!
El compañero y amigo Jordi -camarero que nos aprecia mogollón- ese día no
estaba. Así que nos atendió una señorita... a la que dimos el encargo harto
previsible de "Miguelitos para todos"...!!
Bueno, la señora Baronesa prefirió abstenerse... y tiró por derroteros mucho
menos "accidentales" que el repetitivo bocadillo...
Y ala! Olivillas en la mesa... Vinacho... Cervezuelas... y a papear en cuanto
llegaron los bocatas!!
Los bocatas... y las -típicas ya- bravas con que los acompañamos siempre...
Qué pasada de bocadillos, señores!!
Un tamaño espectacular... que sólo es comparable con el placer que produce
saborearlos!
Una bravas hechas con allioli, que si el ajo y la cebolla del
"Miguelito" se quedan cortos, te aseguran que no se te acercará nadie
a comerte los morros, en horas...! Je, je, je...
Suculento almuerzo que nos metimos, disfrutando la más agradable de las
conversaciones... al tiempo que gozábamos de la buena temperatura que iba
alcanzando el día.
Aunque esto último no lo pudimos comprobar... hasta que decidimos salir a echar
los cafeles en la calle, para poder echar un poco de humo los que fumábamos.
Que ese día, como muchos, éramos mayoría...
En la calle no sólo fumamos y tomamos café continuando con la conversación...
También pudimos admirar la magnífica Harley transformada que había adquirido un
vecino, que al ver el modelo de la de Jordi, se interesó por el procedimiento a
realizar al hacer el cambio de aceite.
Transformación bonita... pero a la vista que realizada por otras manos...
El sol calentaba ya un poquito. Y más... si comparábamos con las gélidas
temperaturas de la mañanuela!
Así que decidimos sufragar cuentas... levantar campamento... y disponernos a
emigrar de nuevo para Vilafranca, donde echaríamos la típica cervecilla de fin
de ruta.
Pero ay! La intrépida Intruder de Tito -que desde La Cabra Mocha no había
vuelto a dar muestras de tozudez-, se empeñó en no querer arrancar...!
Y allí estuvimos intentándolo un ratuelo... hasta que unos
"saca-mierda" nos metieron el camión en los hocicos para desembozar
el alcantarillado del local... y no sé si fue por la peste, o por la
insistencia, pero la pequeña montura de nuestro amigo arrancó -al empuje- un
par de minutos más tarde.
Ole, ole, y ole!!
Así que montamos de nuevo el grupo... y en un periquete nos encontrábamos
recorriendo el mismo camino mañanero, pero en sentido inverso.
Y uno tras otro... fueron cayendo todos los kilómetros en nuestras fauces, que
los devoraron con sumo placer...
Poquita rutilla que echamos, había que saborearla... je, je, je...
Cuando llegamos al Monterrey... aparcamos las burricas, y tras asegurarnos que
la moto de Tito seguía arrancando... (Aunque con un molesto "mal de san
vito" en el ralentí... que ahora la apagaba, luego la subía... y no dejaba
lugar a dudas que algo malo le pasaba a la niña...)
...nos dispusimos a cervecear, como si estuviéramos en primavera!
En la terraza... y al sol!!
Y nada...! Allí cerveceamos tranquilamente... hasta que Cronos -el peor de los
dioses que te puedes echar a la cara en días así- se encargó de recordarnos que
el tiempo pasa... y algunos -como Tito- tenían que ir a currelar. Y que otros
-como yo-, teníamos que ir a dormir...
Así que apuramos nuestros vasos, al tiempo que lamentábamos dejar la animada
conversación... y uno a unos, nos fuimos despidiendo de todos.
Felices porque finalmente habíamos podido salir... pero tristes por otro lado,
por no haber podido compartir la salida con los compañeros que nos faltaron ese
día.
Aunque, como dije al principio... pasado mañana nos volveremos a juntar!! Y
para ese día... tenemos una de las mayores celebraciones del año!
Celebración a la que -de momento- ya hay veintiuna personas apuntadas!!!
Y que como es lógico... no se perderá ninguno de los Miembros, compañeros, y amigos,
de AMICUS Moto Grupo...!!
Oh, yeah...!!
NaClu2!!!
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