Por Jaqueton:
Vaya, vaya, vaya tela marinera… esto sí que es una ida de olla, y no la de la
Invencible…! Je, je, je…
Dos crónicas que os debo. Y hoy, treinta de abril… me siento dispuesto a
escribir la primera de ellas, después de más de tres semanas de celebrar la
salida!
Y es que a veces… las musas se oponen frontalmente a la escritura…! Y a pesar
de haber tenido incontables momentos para ponerme a la tarea… el muro
infranqueable de “la página en blanco”, ha podido conmigo…
Pero bueno. Esperemos que mi neurona no me falle… y pueda recordar algunos de
los gratos momentos que disfrutamos aquella hermosota mañana mañanuela, que le
dedicamos a nuestro Route Captain…
Aquella noche la pasé currelando, esperando la hora de la salida. Y a media
noche… recibí la llamada de un K-RloteS sandunguero y socarrón, que me
anunciaba que llevaba un torpedazo por debajo de la línea de flotación… je, je,
je… Pero que en breve llegaba a puerto, y esperaba tenerlo reparado para la
hora de la salida.
Así que sin más novedades… esperaba estar a la hora en la Sede… para echarnos
esa rutilla que nos esperaba. (Aunque un servidor, se quedó preocupaíllo… y
hasta que no supe que estaba en casa sano y salvo, no me quedé tranquilo…)
La noche pasó… y justo a la hora acordada, nos encontramos en el parking donde
pernoctan nuestras monturas… mi menda lerenda, Pincholo –que también curró esa
noche-, y nuestro Capitán.
Dispuestos todos, para emprender viajecito al Monterrey.
Viajecito que tenía paraduela en Sant Miquel d’Olèrdola, para llenar depósitos.
(Sana costumbre donde las haya…)
Así que en un periquete, nos encontramos en nuestro garito preferido… viendo
llegar “corredores”…
Allí llegaron Juan… Pepe… Pitu… Choppers, Montse, e Iván… Y finalmente, el
incombustible K-RloteS…! Que pese a la movidita nochecilla pasada, se presentó
con el ánimo marcial… y el empuje de un auténtico AMICUS…! Je, je, je…
Echamos todos juntos el cafetín…
Pedimos los bocadillos de costumbre en las salidas bocadilleras como aquella…
que nos prepararon las expertas manos de Vicky…
Y en un momento, ya nos encontrábamos montando el grupete de ruta…!
Dispuestos a salir de de Vilafranca… poniendo rumbo a Santes Creus!
Destino final del recorrido de ida…
La rutilla fue tranquila… y muy frescota!
Salimos de la capital de l’Alt Penedès… pillando la N340 que nos llevaría hasta
la carretera vieja de Valls. Y una vez en ella -y en fila de a uno-,
recorrímosla… poniendo proa hacia nuestro destino.
Pasamos el Coll de Santa Cristina… y cuando a punto estábamos de llegar a
Valls, viramos a babor. Encarando mascarones al Pont d’Armentera.
Cuando llegamos a Santes Creus… descubrimos que no podíamos aparcar las burras
en la acostumbrada zona de parking donde las dejamos cada vez que acudimos a su
merendero barbacoil… Pero como no hay mal que por bien no venga, aparcamos las
burricas en la calle de arriba. Y una vez allí… convenimos que mejor que
almorzar en el merendero –que a todas luces, sería un almuerzo frío y húmedo…-
podíamos probar de hacerlo en la terracita del bar de arriba.
Que además de estar bañada por el sol… nos ofrecía la posibilidad de cafetear
sin mover el culo del asiento en el que almorzaríamos.
Así pues… para allí que nos fuimos!
El almuerzo fue la mar de tranquilo… Y aunque el viento se levantaba de vez en
cuando para recordarnos que la temperatura no era todavía muy veraniega que
digamos… la pasamos de puta madre…!
Bueno, algunos… la pasaron tiritando… dormitando… y “purgando condena”…! Je,
je, je…
Y es que ya se sabe! De los cuarenta pa’rriba…
Allí almorzamos, cafeteamos, y pasamos una sobremesa divertidísima!!
Sobre todo para Iván! Que se pasó el ratillo inmortalizando los caretos de los
presentes… agregándoles algún que otro “anexo” simpaticorro… je, je, je…
Pero el tiempo pasaba deprisa, y todavía nos quedaba una buena rutilla para
regresar. Así que a una hora más que prudente… decidimos levantar campamento,
liquidar cuentas en el interior del garito –al tiempo que vaciábamos vejigas-,
y prepararnos para la ruta de vuelta a la Sede.
La Chopper’s family nos comentó que no podrían acompañarnos en el viaje de
regreso, porque partirían directamente a buscar a David. Y puesto que no podían
parar a cervecear en la Sede… lo mejor era que tiraran directamente para
Igualada.
Así pues… nos despedimos cariñosamente de ellos allí mismo, hasta la próxima
ocasión de compartir rutilla, almuercete, y muy buenos ratuelos…!!
Luego, el resto del grupo… formamos de nuevo comitiva en fila india, dispuestos
a seguir a nuestro Capitán.
Que en ésta ocasión… nos llevaría de regreso a la Sede, pasando por Sant Martí
Sarroca… a través de una carretera sinuosa, y muy divertida…
La rutilla… tranquilota.
Sin prisa, pero sin pausa… fuimos devorando kilómetros, mientras nos
acercábamos –cada vez más- a nuestro destino.
Donde teníamos pensado echar la cervecilla de fin de ruta… mientras
descansábamos atribuladas posaderas, y refrescábamos resecos gaznates…
Llegamos a Vilafranca. Y tristemente… Tito no pudo quedarse a la cervecilla.
Pues quehaceres familiares le reclamaban, antes de emprender la jornada laboral
que empezaría en un periquete.
Así pues, le despedimos calurosamente… hasta la próxima!
Que sería –con toda seguridad- después de regresar de su inminente viaje.
Hasta la próxima company!!!
Así pues, nos quedamos echando la cervecilla… Pitu, Pepe, K-RloteS, Juan… y un
servidor de ustedes.
Cervecilla que duró lo estrictamente necesario para reposar y comentar la
jugada… ya que a más de uno se nos cerraban los vidrios, lampando por una
cama…! Je, je, je…
Con lo cual… levantamos campamento. Y tras despedirnos unos de otros, calurosa
y cariñosamente… emprendimos –cada uno- el camino a su casa.
Dando así por terminada la salida… y esperando repetir cuanto antes, un
encuentro parecido. O cuanto menos, igual de simpaticorro y cachondón…!
Oh, yeah…!!!
NaClu2!!!!
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