Por Jaqueton:
Pocas, muy poquitas veces… nos pasa lo que lamentablemente nos pasó el pasado
veinte de mayo; cuando a última hora –en capilla ya, como suele decirse…- nos
vimos obligados a suspender la salidica organizada para ese día, en la que
teníamos pensado empujarnos unos suculentísimos “Miguelitos”.
Y es que El Gran Manitou –dios puñetero y cachondón donde los haya- decidió no
darnos tregua… y mandarnos un tiempo de perros –acompañado de relámpagos y
truenos- que nos obligó a clausurar la salida justo antes de salir.
Luego ya… entrando en la vertiente “cabrona” del dios en cuestión, dio rienda
suelta a un sol de tres pares de cojones, que a mí personalmente me procuró un
dolor de barriga y una mala leche… que no se la salta un torero, oiga!
Así que de puro rebote, rescatamos la salida del cajón de las “suspendidas”… y
la propusimos para el domingo tres de junio.
El domingo veintisiete, sin embargo… disfrutamos la Matinal Benéfica de
Birraiders, bajo un sol de justicia en La Terra Ferma.
Sol que durante toda la semana siguiente, siguió calentando nuestras ilusiones
y esperanzas. Con lo cual… todo apuntaba que para la salida “Miguelitera”,
también gozaríamos de un “Lorenzo” acojonante, verdad…?
Pues no…!
El muy zopenco del Gran Manitou… también nos tenía reservada para ese domingo,
una húmeda sorpresa en forma de lluvia… cuya “sombra” empezó a planear desde la
web del MeteoCat. Y que a pesar de no haber soltado una sola gota en toda la
noche del sábado al domingo… recién estrenado el día, se lió a mojar las calles
con chispeo intermitente que presagiaba un funesto desenlace.
Pero no pudo con nosotros…!! Pues a poco que cada uno de los integrantes de la
lista se levantaba… oteaba el horizonte, y ponía en el foro que salía para la
Sede…!!
Y es que en AMICUS… hacen falta más de cuatro gotas para que nos acojonen… je,
je, je…
A las siete y media de la mañana… éste que os habla salía a lomos de
Guillermina… acompañado de su encantadora esposa, Eolia. Y juntos… recorrimos
los apenas veinte kilómetros que nos separan del Monterrey, dispuestos a echar
el carajillete con los compañeros…
La rutilla fue tranquila y refrescante… Y aunque la lluvia volvió a aparecer
esporádicamente por la autopista, nada impidió que tras llenar el depósito en
Sant Miquel d’Olèrdola, pusiéramos rumbo al punto de encuentro.
Donde nos encontraríamos con el resto de compañeros… con los que echaríamos el
cafetín previo a la salidilla.
Los que no podrían venir esa mañana –y merecen un párrafo aparte- fueron los
amigos Emi y Rosa. (Barón Negro y Black Baroness)
Pues a media noche… ponían una triste noticia en el foro que –si me lo
permitís- repetiré en éstas líneas…
Y es que a eso de la una de la madrugada, se encontraban saliendo del hospital
donde atendieron a la madre de Rosa, después de que un malnacido la tirara al
suelo para robarle un colgante…!
El muy cabrón, hijo de treinta mil reputas… demostró ser un animal
despreciable, carente de escrúpulos, dignidad, sentimientos, vergüenza… y no sé
cuántas cosas más.
Pero cómo se puede ser tan hijo de puta…??!
Cómo se puede ser capaz de tirar a una buena mujer, que arrastra nada más y
nada menos que ochenta primaveras… por robarle un puto colgante?!
Y dejando a un lado el robo –miserable por otro lado-, cómo se puede dormir
después de haber tirado salvajemente al suelo a una señora mayor… con el susto
y el dolor, y las consecuencias que ello conlleva…??
Afortunadamente, y a pesar que a la buena mujer se le arrancó de cuajo una uña
en la caída… todo quedó en el susto, y el dolor de la misma.
Y según nos comentó el mismo Barón por el foro, todo quedó ahí… y la cosa no
fue a más.
Pues todos sabemos las consecuencias que puede traer una mala caída a esas
edades…
Desde aquí… sólo puedo desearle a la señora, que se recupere lo más pronto
posible. Y que junto a la salud… recupere también la tranquilidad. Se le pase
el susto… y vuelva a la vida normal.
Pero al cabronazo del ladrón… Al miserable puerco hijo de puta del mangante
malnacido… no puedo si no desearle todo lo malo que le pueda suceder en la
vida. Y al final de ella… la abandone de la forma más dolorosa y rabiosa que
pueda…!!
Bueno, y a Emi y Rosa… verles bien pronto…!! Poder darles un fuerte abrazo y un
besote… Y compartir una mañana entretenida, unas risas bien echadas… un rutilla
en condiciones, coñe…!
Que se os echó mucho de menos, compañeros…!!!
Cuando Eolia y mi menda lerenda llegamos al Monterrey, todavía no había llegado
nadie. Pero a punto estaban de dar las ocho de la mañanica… y justo cuando
saludábamos a Pedro y Victoria, empezaron a llegar los primeros “corredores”…
Primero Guille e Irene, que a lomos de su deslumbrante montura… llegaban desde
Roquetes. Y con ellos, nos sentamos en la terracita en la que recibiríamos a
los siguientes compañeros.
Al poco… llegó Juan. Que a la que vio motillos en la rambla… bajó dispuesto a
pegarse rutica…!
Luego llegaron Pitu y Kevin… que precedieron apenas unos minutos, a Pepe y
Aitor. Dos orgullosos padres acompañados de sus hijos… que aquella mañanica
estrenaban parche…!
Parche para niños… que les acreditan como hijos de Miembros de AMICUS Moto
Grupo…!!
Fomentando así la afición a nuestros encuentros… y constituyendo la “cantera”
de éste grupete… je, je, je…
Más tarde, y tras atravesar el Ordal… llegaron K-RloteS y Jordi. Y con ellos…
constituimos una mesa más que digna, en la que pasamos uno de los raticos más
entretenidos, divertidos, y carismáticos de cualquier salida. Cuando la emoción
está en su punto álgido… y el buen humor sale a raudales de todos y cada uno de
los poros de la piel…
Los únicos que faltaban por llegar, eran Jordi883 y Delia. Que avisaron que
llegarían un poquillo más tarde… y a quienes esperamos hasta las nueve menos
veinte o así.
Momento en el que descubrimos que sólo venía Jordi… pues Delia tenía dolor de
cabeza. Y a pesar de haber esperado hasta el último momento por si se le
pasaba… no tuvo más remedio que quedarse en casa…
Desde aquí, un besote gigante para ella… y a ver si para la próxima nos puede
acompañar…!! Que tenemos pendiente felicitarla por el carnet… y a este paso, lo
haremos cuando lo renueve…!! Je, je, je…
A todo esto… justo cuando llegaba Jordi883, estábamos comentando la jugada.
Y aunque Pepe se conectó al MeteoCat y nos comentó que -según el radar- la
lluvia nos venía de frente desde la zona a la que íbamos… acabamos decidiendo
partir, obviando la opción de quedarnos a almorzar en la Sede.
Y es que… una vez en el punto de encuentro, si no es que cae un chaparrón del
quince… lo suyo es salir. Que luego sale el sol… y te maldices los huesos por
no haber salido.
Así que en un periquete… montamos el grupete de ruta, capitaneado por el tonto
que se atrevió a ponerse ahí en un día como ese. Ya que en ésta ocasión
–lamentablemente- nuestro Route Captain oficial, no pudo acompañarnos…
Y empezó la salida…!!
Salimos de Vilafranca… y posando nuestros cauchos sobre la vieja y adorable
N340, encaramos mascarones hacia Santa Oliva. Con intención de pillar la
carretera vieja de Valls… que nos tenía que llevar hasta Les Peces. Donde se
ubica “Ca la Conchi”… nuestro “Miguelitero” destino.
La rutilla fue a ratos tranquila… a ratillos muy tranquila. Pues la lluvia
–como era de esperar- nos saludó en un par de ocasiones. Y no era cuestión de
arriesgarse, pudiendo ir –como fuimos- con la calma… y disfrutando del momento.
Ya que a pesar de lo que pueda parecer… rodar con una lluvia suave, sin correr…
es un verdadero placer…!
Un intrépido Jordi, repetía “jugada” llevando la cámara en la moto. Ésta vez en
la parte de atrás… inmortalizando tan “húmeda” salida. Y cuyos videos pueden
verse –por lo menos el primero, porque el otro no lo he subido todavía…- en
nuestro adorado foro.
Poco a poco… nos fuimos acercando a nuestro destino. Cruzamos L’Arboç, pasamos
por Bellvei, atravesamos La Papiola… y cuando estábamos a la altura de
Albinyana, un hermoso cartel nos indicaba que en la siguiente rotonda debíamos
doblar a mano anarca, para dar con nuestro ansiado almuerzo.
Entramos en Les Peces… y tras aparcar las burricas en batería, hicimos lo
propio con los cascos. Que sobre el murete de la terracica… descansaban –uno al
lado del otro- mostrando una hermosísima estampa…
Más tarde, una simpatiquísima camarera nos secó las sillas y mesas de la
terracica, donde aposentamos los traseros… dispuestos a pedir –uno a uno-
nuestro exquisito almuercico:
Miguelitos…!! Como no podía ser de otro modo…
Y para no faltar a la sana costumbre de nuestros almuercetes en tan carismático
marco… los Miguelitos los acompañamos con tremendas patatas bravas…!! Je, je,
je…
Y ahí empezó el almuerzo que –como siempre- sería amenizado por chistes, coñas,
anécdotas, e historietas… que iríamos contando unos y otros.
De tal modo que –sin apenas darnos cuenta- nos encontrábamos tomando los
cafelitos… y a punto de terminar tan sabroso almuercillo.
Una vez más, no pudimos saludar al amigo Jordi.
Y es que ya van dos o tres veces… que vamos allí, y le pillamos en su día de
fiesta.
A ver si para la próxima le vemos…! Que aunque la camarera era simpatiquísima…
él nos invitaba a Ruavieja…!! Je, je, je… Y eso… eso es muy grande…!! Je, je,
je…
Serían un poco más de las once de la mañana, cuando decidimos dar punto y final
al almuerzo. Y así… volver a montar el grupo de ruta, dispuestos a acudir a la
Sede a echar la cervecilla.
Felices por el almuerzo… y por la decisión de realizarlo…! Pues el Gran
Manitou, en premio a nuestro coraje… decidió dejar salir el solecillo, y calentar
con el nuestras almendruelas…
Salimos de Les Peces. Y después de coger de nuevo nuestra vieja amiga nacional…
pusimos rumbo a Vilafranca.
Recorrimos el mismo camino –pero a la inversa- que el recorrido de ida. Y
aunque ésta vez el ritmo de rodada era un pelín más alto que por la mañana… la
ruta fue igual de tranquilota y refrescante…
Llegamos a la rambla de la Girada… y mientras comentábamos la jugada al lado de
las motillos, un atentísimo Pedro nos montó la mesa terracera, en la que nos
tomaríamos las cervecitas llamadas “de fin de ruta”. Y durante las cuales
repasaríamos la salida… echando las últimas risotadas de la misma.
Y ahí nos tenéis a todos, cerveceando… echando unas risas… y saboreando “los
últimos coletazos” de una salida que se salvó por los pelos.
Los primeros en partir, fueron Guille e Irene. Ya que él trabajaba de tarde… y
la hora ya empezaba a ser un poco tardía.
Pero el resto no tardamos en emularlos… pues se estaba levantando un
vientecillo preocupante, y no era cuestión de seguir desafiando al Gran
Manitou… que tan bien se había portado hasta el momento.
Así que levantamos campamento… y nos fuimos despidiendo uno a uno de todos.
Contentos y satisfechos. Felices y orgullosos…
Pero sobre todo, con unas increíbles ganas de repetir tan especial salida…!!
Repetirla… en compañía de cuantos no pudieron venir a ésta, y a los que echamos
tanto –tantísimo- de menos…
Hasta entonces… cada mochuelo se fue a su olivo a descansar, soñando con la
próxima aventura…!!
Oh, yeah…!!!
NaClUT!!!
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