Por Jaqueton:
El veintidós de diciembre, el sábado pasado… realizamos la tercera y última de
las tres salidas, de ésta trilogía que venimos repitiendo -con gusto y alegría-
cada diciembre. Y que termina con la entrega -brutalmente emotiva- de los
regalos recogidos para:
“Un juguete, una sonrisa”…!!!
Evento que organizan los amigos de Moto Grup Birraiders… y en el que
colaboramos con casi tanta ilusión, como la que muestran los destinatarios de
los regalos conseguidos.
La trilogía de la que hablo… éste año empezó el día dos de diciembre:
Cuando en la Sede de AMICUS Moto Grupo, realizamos nuestra particular recogida…
para juntar todos los regalos de aquellos compañeros que no pudieran subir a
Cervera.
Y en la que el compañero Choppers, ofreció el pedazo de remolque que tiene…
para que sirviera de almacén de todos los regalos obtenidos ese día…
Luego continuó el ocho de diciembre:
Cuando subimos al recién estrenado Club House de Birraiders… a aportar en su
recogida –que duró tres días- los regalos conseguidos.
Mención especial –amén de las aportaciones de todos los compañeros- para el
coche de Juanpoti, que llegó cargado hasta los topes… al igual que el de
Heavy…!
Y muy especialmente, mencionaré el coche que aportó el pequeño Aitor. Que donó
justamente, con el fin de hacer feliz a un niño éstas navidades…
Y por fin… llegó el día cumbre…!! Día en que se entregarían los regalos!!
Día en que asistiríamos –emocionadísimos- a uno de los eventos que más fibra
toca, y más hondo cala...
A un día que… a pesar de las barbaridades que se oyen. De la puta crisis que
nos ahoga… Del paro, la inflación, y la puta que les parió… demostramos un año
más, que por poco que tengamos… la solidaridad es lo primero. Y ayudar al
prójimo, aunque sea rebuscando e implicando familiares y amigos, para que
aporten su granito de arena… es algo muy grande…!
Te llena de orgullo. Te satisface… y te emociona. Y por la noche… te metes en
la cama feliz. Realmente feliz…!! Pues sabes que –como Aitor- tu gesto ha hecho
feliz a mucha gente que lo necesitaba…
…y eso, compañeros… es lo que verdaderamente importa…!!
La mañana arrancó con un frescote carajillero… que si bien no era para echarse
a temblar, tampoco invitaba a bailar de alegría.
Y si bien es cierto que estamos ya en la segunda quincena de diciembre. Recién
estrenado el invierno…
…si no empieza a hacer frío ahora, cuando lo tiene que hacer…?
Pero la verdad, es que frío -lo que se dice frío- en la zona costera donde
vivo… hace ya mucho que no lo hace.
A lo sumo… una semanita en todo el invierno –porque viene un frente polar-, nos
recuerda aquellos fríos castañeros que helaban los charcos, congelaban las
narices… y le hacían vivir a uno, pegadito a la estufa…
Pero bueno, sea como fuere… en moto, por poco frío que haga… se nota… je, je,
je…
Así que aquella mañana salí de Sitges bien preparado, dispuesto a encontrarme
con los compañeros en la Sede.
Y en moto…!! Que ciertamente, es tener en cuenta… Pues creo que en la cuatro
ediciones que llevamos de “Un juguete, una sonrisa”… éste ha sido el año en que
AMICUS Moto Grupo ha colaborado con más motos…! Je, je, je…
La rutilla… tranquilota. Paradita repostera en la gasolinera de Sant Miquel
d’Olèrdola… y llegada –pocos minutos después- a la acera del Monterrey.
Justo estaba descabalgando de la niña de mis amores… cuando descubrí que
llegaba también la Juanpoti’s family…!!
Juanpoti, Aracely, Ariadna… Mª José, y Estefanía. Éstas últimas, madre e hija…
y amigas de la familia. Y desde el día veintidós… amigas nuestras también…!!
Allí mismo –en la acera- realizamos las presentaciones… y arrancamos con los
cafelotes mañaneros, que nos tenían que calentar el alma…
Poco después, Pepe y Mary llegaban a lomos de su estupenda VN900…!! Dispuestos
a rutear sobre dos ruedas… y matar así el “mono” motero que tenían.
Y finalmente… nueva presentación! Pues a lomos de la inconfundible ST700…
llegaban Pitu y Mª Carmen. La madre de Borja y Kevin…
Con quienes seguimos cafeteando tan ricamente, hasta que llegaron las ocho el
día. Hora de la salida… Y hora en la que montamos el grupete de ruta en el que
subiríamos a Igualada…!
Mi menda lerenda se puso delante… a riesgo de recordar aquellos tiempos en que
–gracias a mi sentido de la orientación- nos perdíamos más que un pingüino en
un garaje… Je, je, je… Suerte que la ruta a seguir era conocida… y no habría
sobresaltos posibles.
Salimos pues de Vilafranca… éste que os habla, seguido de Mary y Pepe, y
cerrando la comitiva motera, Pitu y Mª Carmen.
Cerrando a su vez, el grupo de ruta -en calidad de coche escoba- y
protegiéndonos la retaguardia… el Citroën C4 Picasso de Juanpoti, con el
mismísimo Juanpoti al volante… Ariadna de copiloto y –móvil en mano- realizando
fotiquis de la ruta… Y Aracely, Mª José, y Estefanía… en el asiento trasero.
La rutilla… ligerita.
Tranquila... Sin prisa, ni pausa, pero ligerita…
Tanto… que aun habiendo salido de Vilafranca, unos minutos por encima de la
hora acordada… llegamos a L’Avinguda –nuestro punto de encuentro en Igualada-
cuando todavía faltaba un cuarto de hora completo para las nueve.
Allí estuvimos esperando a Choppers y Montse… pero como las temperaturas en
Igualada eran significativamente más bajas que en Vilafranca, decidimos entrar
en el garito a echarnos un cafelote.
Antes, esos sí… el compañero Pitu se colocó las manoplas en la niña…! Je, je,
je… Pues habiendo entrado en el invierno… las puntitas de los dedos se resentían.
Y de qué manera…!
Y en una rutilla mañanero-invernal como aquella, conviene protegerse lo más
posible…
Así que después de colocarlas –como hiciéramos por primera vez, aquella mañana
friolera de mediados de enero pasado… cuando Pitu y el resto de compañeros, se
compraron las manoplas en Martorell-, entramos a echar el cafetín calentorro…
que nos pondría los dedines como el hermano de la Pantoja: Agustín… je, je, je…
Allí estábamos cafeteando… cuando llamó Choppers para comentarnos que se
retrasarían unos minutos. Con lo cual… más tiempo tuvimos para cafetear,
calentarnos, y echar unos pitillicos en la terrazuela…
Cuando llegaron los amigos de Igualada –que apenas se retrasaron respecto a la
hora de salida-, y después de los besillos y abrazotes de rigor… montamos de
nuevo el grupete de ruta –añadiendo el coche de la Chopper’s family a la
comitiva-, para emprender el último tramo de la ruta.
Tramo que discurriría –como siempre que vamos a Cervera- por la A2… y en la que
llevaríamos un ritmillo más alegre que en la C15.
Y media horica –mal contada- más tarde… entrábamos por la primera entrada de
Cervera, poniendo rumbo al Club House de nuestros grandes amigos Birraiders…!!
Ya habíamos llegado…!!
Y en la puerta del local… nos esperaba el grueso de la tropa, a puntito de
emprender el recorrido “regalero”…!!! Je, je, je…
Aparcamos las tres burricas y los dos coches, y nos liamos a repartir abrazos y
besotes…!!
Osito, Bribón, Juanma, Sisco, Badbones, Bonsy, Pittfall, Butterfly, Espíritu,
Yoly, Almogàver… y un largo etcétera de compañeros, que nos recibieron con los
brazos abiertos…!!
Pero la hora de salida era llegada… así que sin más dilación, justo después de
saludarnos todos, y con el tiempo justo para un pitillico… organizamos el
grupete y salimos todos en tromba…! Dispuestos a repartir regalos por
doquier…!!
La primera paradica… en Cáritas.
Donde aparcamos las burras en batería. Pusimos la montaña de regalos delante de
ellas, y nosotros detrás… E inmortalizamos el momento con una espléndida foto
de grupo.
Luego… reorganizamos el grupo, capitaneado por un Bribón-Papá Noel en
furgoneta… que nos llevó hasta la siguiente paradica. La Creu Roja de Cervera.
Y allí detuvimos las motos… descargamos regalos y regalitos, los metimos en el
almacén de al lado… y acto seguido nos hicimos la protocolaria foto de grupo,
que inmortalizaría el momento pa’ los restos.
Y a por la siguiente paradica…!
La siguiente…
La tercera…
Y la última paradica “regalera”…!!
Qué ritmo llevábamos!!
Vosotros habéis oído alguna vez aquello de “la última, pero no por eso la menos
importante”…?
Pues esa frase se creó, pensando precisamente en la entrega de regalos de “Un
juguete, una sonrisa” de éste año…!!
Y es que realmente… esa paradica fue un compendio de emoción, cariño, y un
montón de sentimientos… que a ninguno de nosotros dejó impasible.
Realmente… los compañeros de Birraiders, que en temas organizativos… siempre
demuestran estar en la élite… Dejaron para el final, lo mejorcito de la
jornada…!
Aparcamos la furgona de Bribón… y al ladito, las burras.
Luego… nos recomendaron dejar cascos y chaquetas en la furgona. Que tras
descargar los regalos… quedaba vacía.
Y es que… como veríamos luego, allí dentro iba a hacer un calor terrible…!!
Entramos por la puerta principal de la residencia elegida éste año para el
evento… y uno tras otro, fuimos bajando las escaleras.
Bueno… las escaleras, de no sé cuántas plantas…!! Je, je, je… Pero el caso es
que al final, acabamos en una sala donde nos esperaban –emocionados- los
residentes.
Una vez allí… un Bribón cachondón y sandunguero, nos fue presentando a algunos
de los “jóvenes de ayer”… que allí viven.
Discúlpenme vuestras mercedes, si no puedo recordar los nombres… pero grosso
modo diré, que había una simpática anciana… que contaba la friolera de ciento
dos primaveras…!!
Otra… que rondaba las cien.
Uno… que se ve que es un campeón de “les bitlles”.
Y otro, que siendo camionero en su juventud… demostró poseer tal fogosidad, que
incluso hoy… en el ocaso de la vida, se le recuerda.
Otra señora, que es triunfadora nata en el dominó…
Y otra que –por lo que comentaba Bribón- se pone chunga a la hora de ponerle
las gotas.
En fin… que nos fueron presentando a los residentes más “reseñables”… al tiempo
que ellos –los residentes- nos observaban con una mezcla de curiosidad y
emoción…
En total, cincuenta y siete residentes… que allí estaban –junto al personal del
centro- alucinando con el tema que los moteros –por un día- dejaran las motos a
un lado… y se acercaran hasta allí, a hacer de Papá Noel y de reyes Majos… (Si,
si… no me he equivocado, no… he dicho majos, y no magos… Porque aquél montaje.
Aquel pedazo de evento… es fruto de lo majos que somos todos…!! Je, je, je…)
Justo después de las presentaciones… llegó la hora de empezar a entregar los
regalos.
Primero… unas cajas repletas de juegos de memoria, puzles, tableros, etc. Que
seguro serían las delicias de los inquilinos del centro, a la hora de
distraerse –al tiempo que ejercitan el coco- las largas tardes en la
residencia…
Después… detallitos con el personal del centro. Cocina… lavandería…
Cuyas representantes… recogieron gustosísimamente los regalos, al tiempo que se
echaban la foto conmemorativa con Bribón… que es un auténtico showman…!!
Y ya luego… entramos en los “platos fuertes”…!!
Para empezar, llamaron al campeón de “bitlles”… al tiempo que acercaban una
mesa, poniendo sobre ella una enorme caja envuelta en papel de regalo. Y le
pidieron que la abriera… para que el hombre se sorprendiera –como hizo- al
descubrir en su interior… un noble juego de “bitlles”…!!!
Realizado expresamente para el evento, por un artesano del pueblo…
Qué caña…!!!
Y qué cara ponía el hombre… cuando sacó –una tras otra- las seis “bitlles” que
componen el juego… y los tres “bitllots”. (Con los que obviamente, se tumban las
“bitlles” en el tradicional jugo catalán)
Desde luego… bien cierto es que eso no se paga con dinero…
Luego, el momento de la participación de todos…!!
Sacaron dos cajas… con multitud de regalitos envueltos, para que cada uno de
los que hasta allí fuimos… fuéramos entregándolos a los residentes.
Condición sine qua non, besito… sonrisa, y regalito…!! Je, je, je…
Regalitos para ellas… y para ellos…!!
Yo me limité a seguir grabando los videos con el móvil… mientras observaba a
Mary, Sindo, Aracely, Ariadna, Estefanía… como entregaban –ilusionadísim@s- los
regalitos a los residentes, que no menos ilusionados, los recibían con el
candor de un niño…
Sinceramente… en esos momentos éramos testigos –y partícipes- del momento más
emotivo de todo el evento…!!
Y es que los abuelos, como si realmente de niños se tratara... recibían los
regalos con la ilusión en la mirada. La emoción en los temblorosos labios… y
alguna que otra lagrimilla de felicidad, que les brotaba de esos ojos que lo
años, no han podido secar…
Qué tremendo momentazo…!!!
Luego… a cantar!! Je, je, je…
A cantar villancicos…!!
A darle al momento, un poquito de alegría cachondera… como sólo Bribón sabe
hacer.
Y preparando el triste momento de la marcha… pues las manecillas del reloj, ya
empezaban a impacientarse…
Antes, eso sí… el centro le entregó un detalle a Osito, quien tuvo –a su vez-
un detalle con AMICUS. Pues me reclamó a su lado en la foto conmemorativa de la
entrega… dejando constancia así, que AMICUS participó –un año más- en la
edición de “Un juguete, una sonrisa” de éste año…!
Y ya… nos despedimos de todos, subiendo de nuevo las eternas escaleras que nos
llevarían hasta la calle… donde recordaríamos la diferencia de temperatura que
había entre el interior y el exterior de aquella residencia.
Salimos… y nos preparamos para ir todos hasta el Club House de Birraiders.
Donde echaríamos una cervecilla antes ir para casa.
Bueno, yo la verdad… tenía que ir para casa, pero por prepararme para
currelar…!
Que ese día trabajaba de tarde… y no sabía seguro si me daría tiempo a comer.
Así que cuando llegamos al Club House… estuvimos un ratillo en la calle
–echando un pitillín-, mientras deliberábamos si partir directamente… o entrar.
Pero –como siempre- la cabra tira al monte…!! Je, je, je… Y si es para echar
una cervecilla… siempre hay tiempo…! Je, je, je… Así que entramos, y como no
sólo de cerveza vive el hombre… los compañeros de Birraiders empezaron a sacar
olivillas, platitos de fuet, y a cortar jamón…
…convirtiendo “la cervecilla”, en un aperitivo de puta madre…!!
Lástima que las putas manecillas del reloj no se estaban quietas… y no tardamos
en tener que sobreponernos, y aceptar el hecho de la partida.
Con lo cual… arrancamos con los abrazotes y los arrumacos.
Con los besitos y los cariñitos…
Y nos fuimos despidiendo de todos, con la tristeza propia de la despedida… pero
con la alegría, la satisfacción, la emoción, y el orgullo… de haber participado
nuevamente, de un acto tan solidario como aquél…!!
Juanpoti arrancó motores… y salió unos segundos antes que el resto, camino a El
Vendrell…!
Apenas dos o tres minutos más tarde… salíamos las tres motos, y el coche de
Choppers… dispuestos a recorrer nuevamente la ruta que nos llevó hasta allí,
desgranando el grupete conforme llegáramos a la altura del hogar de cada uno.
De tal suerte… que Choppers y Montse se quedaron en Igualada.
Pitu y Mª Carmen, en El Plà del Penedès.
Pepe y Mary, lo hicieron en Vilafranca…
Y un servidor de ustedes, siguió ruta hasta La Blanca Subur...!!
Y así… cada cual llegó a su casa, después de compartir ruta y disfrutar de un
evento único…!!
Invadidos por la emoción… que año tras año acumulamos al participar en un
montaje tan especial, como “Un juguete, una sonrisa”…!!!
Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!
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