Por Jaqueton:
Si el último domingo del año celebramos lo que venimos llamando “la última del
año”…
…no existe lógica más aplastante, que el hecho que el primer domingo del año
celebremos un encuentro llamado “la primera del año”.
Y es que en AMICUS Moto Grupo somos así de originales, oiga!
Qué le vamos a hacer…!
Éste año… la idea primigenia era recuperar una salida tradicional en éstas
fechas, e ir a comer mondongos a La Queveda.
Pero se cruzó una idea que nos hizo segregar saliva en plan las cataratas de
Iguazú y el Niagara juntas… y no pudimos si no aplazar la visita a Tarragona a febrero,
y proponer para la primera del año, el “Rock & Vaca” que iban a celebrar
los amigos de Rodes Solidàries en Bellvei…!
Es que en el cartel ponía que iban a asar una vaca entera…!!
Y eso amigos… eso no hay AMICUS tragón que se precie, que pueda resistirse a
probarlo… je, je, je…
La mañana del cuatro de enero de dos mil quince… quedamos en la Sede para echar
los cafetines previos a la ruta que nos pegaríamos para llegar a Bellvei.
Una rutilla que saldría de l’Alt Penedès, para cruzar el Garraf… y acabar en el
Baix Penedès.
Vamos, una rutilla por la veguería del Penedès…! (Antigua Veguería de
Vilafranca del Penedès)
Allí nos encontramos Juanpoti, Pepe, Oscar –que vino sólo, pues Núria todavía
no está recuperada del todo-, Choppers, Montse, y un servidor.
Allí cafeteamos rica y despreocupadamente…
Tan ricamente… que no nos dimos cuenta de la hora de salida, y ésta se nos
escapó un poquito de las manos…
Cagüenlaputa…!!
Precisamente el día que Oscar se estrenaba de ruta con AMICUS… y en que yo le
había contado que la hora de salida para nosotros, es algo que procuramos
cumplir con precisión británica… Ntch…!!
Pero bueno, como no nos esperaba nadie a una hora concreta… no le dimos mayor
importancia al tema. Aunque –eso sí- nos pusimos inmediatamente en marcha, con
la intención de montar sin dilación el grupete de ruta de esa mañanauela.
En primera posición, capitaneando, y perdiéndose –como siempre-, éste que os
habla.
Seguidamente, Oscar y su sombrita…
Detrás, Juanpoti y su intrépida.
Cerrando el grupete de burras –que no de ruta- la descomunal VN900… y Pepe.
Y finalmente… Choppers y Montse. Que al venir en lata… cerraban el grupo
cubriendo las espaldas y protegiéndolo.
Salimos de la rambla de la girada, poniendo rumbo a nuestra vieja amiga N340.
Que nos sacaría de Vilafranca. Y justo en el polígono de Sant Pere de Molanta…
doblamos a mano fascista poniendo proas –por la carreterilla de Olivella- a
Sant Pere de Ribes.
La carreterilla –curvera donde las haya- la recorrimos a un ritmo más que ligero
y alegre…!
Y es que a esa hora de la mañana, con el frescote carajero por montera… la
carreterilla se presentaba ante nuestros cauchos completamente seca, invitando
a bailar un verdadero vals con las curvas…
No tardamos en llegar a Sant Pere. Donde un servidor, conocedor de su deuda
moral con el grupo de perderse –por lo menos- una vez en cada salida… decidió
hacerlo allí, y así ya no tener que pensar en ello el resto de la jornada.
Así que me despisté… No entré por donde debía… Y obligué al grupo a dar una
vuelta turística por Ribes, entrando por otra entrada… y yendo a recuperar la
ruta, perdiendo –por lo menos- cinco minutos completos. (Sic)
De allí, pillamos la antigua carreterilla del Casino. (Carretera que a un
servidor, le trae recuerdos de su más tierna infancia… por haberse criado por
aquellos andurriales...)
La bailamos con maestría, al tiempo que dibujábamos una a una, todas las
curvitas que la componen.
Que no son muchas, ya que –lamentablemente- es una carreterilla bastante
cortita.
Cuando acabamos con la vieja carretera de marras, tiramos recto a la variante.
O –como la llaman los mapas de carreteras- la C31.
La cual recorrimos recuperando la formación de serreta… hasta meternos de morro
y con saña, en otra de las carreteras que dibujó mil veces mi infancia: La
popular carretera del pantano…!!
Carretera que arranca en L’Habana Xica… y tras pasar fugazmente frente al
Camping Vilanova Park, empieza un baile sinuoso y electrizante… que nos llevó a
muy buen ritmo hasta el pantano.
Pero debido precisamente a la humedad del pequeño –y siempre lleno- embalse… el
firme de la vía empezó a presentarse más húmedo que la entrepierna de la
Mairena. Y claro… no tuvimos otra que bajar el ritmo y seguir el paseo
disfrutando lo mismo, pero arriesgando lo mínimo.
Tras pasar Castellet y doblar la curva de después de Cal Barretet… nos fuimos
–a mano anarca- por el desvío a L’Arboç.
Donde nos cargamos literalmente el resto de la ruta… con la intención de atajar
y llegar lo más pronto posible al evento.
Decisión que lamentaríamos… pues el éxito del mismo no era –ni por asomo- el
esperado por todos…
Así que nada más doblar a siniestra por la N340 –que de nuevo aparecía bajo
nuestras gomas-, el amigo Juanpoti me pasó –como acordamos en Vilafranca- para
guiarnos sin pérdida hasta el pabellón deportivo de Bellvei. Ya que la
ubicación del mismo, la desconocía mi menda lerenda…
Ya habíamos llegado…!!
Ante nosotros aparecieron un montón de motos aparcadas… cuyos moteros andaban
de acá para allá por el evento, esperando que de un momento a otro dieran el
pistoletazo de salida y arrancaran con el servicio de la vaca…
…que yacía espatarrada y morbosamente apetecible, mientras la iban despedazando
y preparando para los platos.
Realmente, allí no había –ni de lejos- la cantidad de gente que uno podía
esperar… Pero no es menos cierto que todavía era pronto, y podría ser que a
medida que el Lorenzo fuera calentando la mañana… los visitantes fueran
aumentando de forma exponencial. Pues el evento tenía muy buena pinta a pesar
del frío reinante en el lugar.
En un primer momento, nos fuimos –antes que se montaran colas- al tenderete de
los tickets… donde nos dieron la primera mala noticia de la mañana.
Por un lado, el plato de vaca costaba ocho euros… y ni siquiera incluía –como
en cualquier evento motero- la bebida. Y claro, uno tenía que pagarla aparte… y
soltar dos euros más por la misma.
Pagando así un total de diez euros por el almuerzo… con la excusa que en el
precio del plato venía incluido un donativo a la causa del evento. (Las
enfermedades minoritarias…)
Pero señores…! Un donativo obligado…?
Cierto es que no hay –que yo sepa- nada que regule éste tema…
…pero a mí –moralmente- me resulta cuanto menos “chocante”, que me cobren un
donativo.
Me pueden cobrar un precio, un impuesto –aunque sea revolucionario-, o incluso
una multa.
Pero un donativo??
Para mí un donativo debería ser voluntario… y por supuesto, libre…!
Es decir, que uno lo da si le da la gana…
…y por supuesto, da aquello que le salga de los mismísimos.
Pero esto de cobrar a cosa hecha un donativo, como rezaba el cartel donde
anunciaban el precio del plato… me pareció –en el mejor de los casos- de mal
gusto.
Ya que además de obligar a la gente… coartaba –como en mi caso- la libertad de
donar más.
Y es que yo, cuando me obligan… tengo un mecanismo ancestral de defensa –como
el Recio aquél-, que se me cierra la cartera y queda como el culo de un delfín.
A prueba de agua.
Pero bueno… observamos que habían abierto la veda de vaca… y ya se había formado
una tremenda cola para hacerse con el suculento y esperado plato.
Así que decidimos esperarnos a que la cola disminuyera… (ventajas de que
hubiera poca gente) …con la intención de ir cuando la espera fuera mínima.
Y eso hicimos…!!
Olvidando cualquier mal rollo… y dispuestos a disfrutar –albricias- del plataco
con el que soñábamos desde que nos habíamos levantado…!!
Tras una cola mínima… y después de saludar cariñosamente a Miguel, Freddy, y
Navarro, pudimos hacernos con el esperado plato Que venía adornado con dos
medias patatuelas al caliu…
Uno se pillaba el pan y los cubiertos de plástico, que venían con una
servilleta pseudo-impermeable… mientras el compañero del mostrador le ponía
unos buenos pedazos de vaca al lado de la patatuelas, remojando todo con una
salsorra suculenta que nos hizo babear a todos como los perros del Pavlov
ese…!! Je, je, je…
Ya teníamos el anhelado plato en nuestro poder…!!
Nos fuimos para las mesas. Y tras comprobar que no había ni una sola que
estuviera claramente dominada por el esperado sol de la mañana… dejamos los
platos en la primera que pillamos, y nos fuimos –Oscar y un servidor- a buscar
los bebercios mientras Pepe y Juan se quedaban al custodio de los –a todas
luces- apetitosos platos.
Pero ay! Qué triste iba a ser la realidad con la que –en menos de un minuto-
nos íbamos a dar de bruces…
Cuando por fin nos sentamos en la mesa, armados con la bebida, el plato, los
cubiertos, y el pan…
Cuando ya sólo faltaba dar el primer bocado para probar –por fin- esa sabrosa vaca
con la que veníamos fantaseando desde hacía más de tres semanas…
Nos dimos cuenta de un detalle de esos que destrempan al más pintado.
Y es que la vaca y todo lo que acompañaba al plato… estaba frío!!
Pero no frío… pseudo-templado, no, no… Frío, frío…!
Vamos, helado como un témpano!!
Cierto es que hacía frío… y que el viento –seguramente- era el culpable de que
los platos salieran del mostrador congelados.
Pero vamos, creo que haciendo el evento en la primera semana de enero… ese era
un detalle que no sólo podrían haber tenido en cuenta, si no que deberían haber
solucionado antes de que ocurriera.
Porque bueno, a mí –como a otros compañeros que lo comentaron- no me gusta la
comida caliente-caliente. Pero eso… eso era un putadón.
La carne –todo hay que decirlo- estaba excelente!!
Mentiría como un bellaco si dijera lo contrario… porque la habían asado de puta
madre…!
En su punto… jugosa… perfecta!!
Pero eso no hizo sino acentuar más, el fallo de la temperatura…
…ya que al estar más frío que los pies de un tritón, a uno se le quitaban hasta
las ganas de comer.
Yo no… porque soy tripero redomado, y aunque no me gustara… acabé con el plato.
Pero os puedo asegurar que hubo compañeros que no se comieron ni una cuarta
parte del plato. Recalcando –como os podéis imaginar- la sensación de haber
“donado” íntegramente los ocho euros a la causa… a cambio de un plato que nos
sólo no se pudieron comer, si no que dio al traste con toda la ilusión
acumulada. Pues no nos olvidemos que el plato de vaca… era precisamente el
macro reclamo de esa matinal. “Rock & vaca”, recordáis…?
Y es una pena…
Es una pena, porque el evento era genial…!!
La idea, espectacular…!!!
Pero la ejecución dejó mucho que desear…
Tengo un amigo que siempre dice que a un restaurante hay que ir –por lo menos-
dos veces. Porque un mal día lo puede tener cualquiera… y no es justo “ponerle
una cruz” si no te gustó la primera vez que fuiste.
Así que imagino que la próxima vez que hagan un evento así… iremos, y espero
que hayan aprendido de sus errores y lo hagan mejor.
Pero desde luego, lo que es ayer… nos fuimos de allí sin puñeteras ganas de
repetir.
Y redundo: Es una pena…
En el evento pudimos saludar algunos compañeros, como los amigos Lacetanis… o
algunos integrantes de la peña Pakí-Payá.
Pero a pesar de tener amigos allí… decidimos que lo suyo era marchar en busca
de un bareto donde echar el cafetín y calentarse un poquillo.
Ya que allí de pie, con la brisa helada que metía… el sol era incapaz de
calentar lo suficiente.
Así que arrancamos motores… y tras saludar a los amigos Epi y Menchu, que
llegaban en ese momento… salimos –siguiendo a Juan- que nos llevó hasta La
Bleda II. (O LB2, como la llamábamos en la época de Custombaixpenedès… o el
primer año del foro AMICUS, cuando aquél era nuestro punto de encuentro para
las salidas…)
Allí la temperatura no sólo era superior… si no que tuvimos que despojarnos
rápidamente de las chupas, si no queríamos pillar un sarampión…! Je, je, je…
Pues allí dentro hacía incluso calor…!!
Algo de agradecer… después de la gélida mañana que habíamos pasado.
Allí estuvimos charlando alegremente… hasta que –sobre las doce y media-
decidimos salir para fuera y empezar a despedirnos con la intención de partir
–cada mochuelo- para su olivo.
Ya que quien más quien menos… todos teníamos quehaceres domésticos, o nos
reclamaban deberes familiares.
Con lo cual, Juanpoti salió a la N340 … doblando a la derecha –directo a El
Vendrell- mientras el resto salía doblando a la izquierda.
Choppers y Montse, salieron dirección Igualada. Y en calidad de enlatados,
salieron antes que todos…
Mientras, Chopo capitaneó el grupo hasta L’Arboç. Donde se quedó despidiéndose
entre sonoras pitadas…
Desde allí, fue Oscar quien capitaneó hasta Vilafranca. Donde nos separamos
–primero Pepe, y después mi menda lerenda-, mientras Oscar seguía la nacional
poniendo rumbo a Barna.
Y así terminó la primera de éste año dos mil quince que recién empieza…!!
Una salida que a pesar de haber traído algún que otro sin sabor… nos trajo la
oportunidad de juntarnos y compartir! Y eso siempre es más importante que
cualquier eventualidad negativa que nos pueda surgir…
Así que nos quedaremos con lo bueno, y olvidaremos rápidamente lo malo…!! Je,
je, je…
Y más… teniendo en cuenta que la próxima salida es –sin duda- la más esperada
del año…! Y eso nos resarcirá sobradamente…
…reuniendo de nuevo la caterva, en pos de una de las mejores aventuras que se
pueden vivir en el calendario AMICUS!!
La Cabra Mocha…!!!
Oh, yeah…!!!
NaCluT!!!
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