Por Jaqueton:
El domingo pasado –veinticinco de octubre- montamos una salida al Vallès…
aprovechando que por casualidad mi menda lerenda tenía fiesta, y que teníamos
muchas ganas de probar los croissants que hacen en la pastelería Vallflorida
-en Sant Esteve de Palautordera.
Croissants premiados recientemente en un certamen, obteniendo la calificación
como “mejor croissant de España”.
Vamos, que tenían que estar que te cagas…!! Je, je, je…
Así que con el amigo Txetxu –que ese domingo se iba a estrenar como Capitán de
Ruta de AMICUS Moto Grupo… elucubramos una posible ruta, basándonos en la
propuesta en el foro… y que Txetxu terminó modificando, para parir finalmente
dos rutas por el Montseny.
Una más larga y curvera –si el tiempo acompañaba-, y otra más cortita… si el tiempo
y las carreteras no estaban al cien por cien.
La salida principal –como siempre- desde la Sede. Donde nos juntamos Anna,
Irene, Guille, y yo.
Y donde -al retrasarse el compañero Shafiq-tomamos los cafetines a carajo
sacao… para no llegar tarde al siguiente punto de encuentro.
De allí, tiramos por la N340… para acabar en la gasolinera BP de Sant Vicenç
dels Horts.
Donde nos juntamos con Laia –que ya estaba allí-, Jordi –que estrenaba un
estupendo casco Shoei-, Txetxu y Jose –que estrenaban un formidable top-case
con respaldo acojonante-, y Pepe y Geno –que se estrenaban ellos mismos con
nosotros de ruta…!!
Todos juntos, capitaneados por la poderosa VN de Txetxu… salimos en ruta por la
AP7, hasta que entramos en Granollers. Donde tras juntarnos con los amigos
Brisa y Lobo… almorzamos felizmente en una plaza de cuyo nombre no puedo
acordarme… donde –además- recibimos la simpática visita de la simpática Dolors,
del simpático Joan, y de la simpática Sort.
Que no son otros… que los simpáticos papis de Anna…! Y que a su vez, ejercen
como mis simpáticos suegros.
Unos segundos papis…
Un simpático besote desde aquí…!! Je, je, je…
Lamentablemente, los amigos Lobo y Brisa no podían acompañarnos a la ruta… pues
tenían currelo esa mañana. Así que cuando nos despedimos de ellos, y de los
papis de Anna –que marchaban a Camprodon-, pusimos los culos en los asientos… y
tras arrancar los motores de nuestras niñas, iniciamos ruta para Sant Esteve de
Palautordera…!!
Donde nos esperaba Laura –la simpática hermana de Anna, y casualmente, mi
simpática cuñada también…
Allí dejamos que nos saltaran las lágrimas deglutiendo aquellos sabrosos
croissants… que la verdad, estaban ricos ricos…! Je, je, je… Pero hacía falta
acompañarlos con algo, y nos sentamos en un bareto “El Mos” que estaba casi
enfrente… donde disfrutamos de una estupenda charla, mientras apurábamos los
últimos momentos de la mañana.
Laura se llevó la mayor parte de la colla a una ermita que hay cerquita de
allí… dónde –por lo visto- los deseos se cumplen con celeridad. Pero algunos
–casualmente, los más escépticos- preferimos quedarnos guardando bártulos, y
libando lo que vendrían a ser unas frescotas cervezuelas…
Mientras, nos llegó mensaje de Paqui y Cristina. Simpáticas esposa e hija
–respectivamente- del amigo Jordi… que le comunicaban la localización exacta de
su ubicación… para que –si se terciaba- pudiéramos ir a visitarlas.
Pues se encontraban relativamente cerca para comer con el resto de la familia…
Así pues… dicho y hecho.
Cuando llegó Txetxu… aceptó sin dilación cambiar sustancialmente el resto de la
ruta, y a pesar de asumir una gran responsabilidad al tener que improvisarla
sobre la marcha, ninguno de los presentes rechazó la oportunidad de
aventurarnos a una redundante aventura…!!
Nos despedimos cariñosamente de Laura –quien además de acompañarnos hasta el
Montseny, lamentó profundamente no tener casco para acompañarnos en la ruta… Y
con quien, a partir de aquél momento, contrajimos una placentera deuda… que
consistirá en realizar al ruta que nos prepare por sus lares, procurándole
montura, casco, guantes, y todo lo necesario para que pueda disfrutar en
primera persona… la apasionante sensación que se siente al ser una AMICUS
voyager..!! Ja, ja, ja…
Como adelanté, salimos de Sant Esteve, poniendo rumbo a Montseny. Donde los que
lo necesitábamos… llenamos los depósitos de nuestras preciosas monturas.
De allí, salimos para “la costa del Montseny”… iniciando una de las rutas más
hermosas que hayamos disfrutado jamás…!!
A ratos, me recordaba la subida a La Cabra Mocha. Pero sinceramente, el paraje
era muchísimo más bello…
Los colores otoñales habían colonizado completamente el monte, que se abría
ante nosotros iluminado por una luz muy especial.
Los árboles, formaban un techo que en algunos puntos hacía que la propia
carretera pareciera un túnel de hojas en todas las tonalidades del otoño… que
van desde el verde vivo de muchos perennes, pasando por el verde grisáceo,
azulón, amarillo, pálido, ocres, e incluso marrón de las hojas más secas que –caídas
ya de las ramas- forman un precioso manto… roto solamente por el gris frio y
seco del asfalto.
La ruta, espectacular…!!
Una maravilla para todos los sentidos… que nos hizo descubrir un paisaje que
espero podamos visitar cada año por éstas fechas…
Y es que… a pesar de la cantidad ingente de coches que había, aquello no dejó
de ser un placer… y un verdadero lujo no esperado.
Dimos con Paqui y Cristina… justo en el punto que la carretera entra –a un
tiempo- en la provincia de Girona… y la comarca de La Selva.
Allí, pudimos saludar a buena parte de la family de Jordi, que hasta allí
habían ido a comer.
Allí aprovechamos para estirar las piernas, reponer aguas –de entrada y de
salida-, y a planear lo que sería el resto de la ruta. Pues peligrosamente pasábamos
las dos y media de la tarde… y nuestros estómagos empezaban a requerir papeo
rico, contundente, y en cantidad…!!
Salimos de allí, poniendo rumbo a Viladrau. Donde había una feria espectacular…
que nosotros visitamos desde lejos, esperando encontrar posada donde nos dieran
pitanza.
Encaramos para Seva… pero los restaurantes que vimos tenían menú dominical, de
ese que no parece ni menú. Si no un pack para comer a la carta… con precios de
banquete.
Así que llegó un momento en que decidimos poner rumbo invariable hasta Tona,
donde comeríamos en “Les quatre carreteres”. Parada y fonda de renombre
carreteril… donde se come de rechupete, y le atienden a uno de lujo.
Vamos, una triunfada para las horas que eran… donde comimos un menú más que
gustoso, a un precio genial para ser domingo…!
Allí nos zampamos desde ensaladas colosales, cassoletes de ceps, sopa de
pecado, o combinados… pasando por bistecs con guarnición, pelotillas, lluç a la
marinera, o canelones de escalibada y atún.
Buenísimo todo…!!
Tanto… que no nos dimos cuenta, y la hora se nos fue tirando encima
–precisamente- en el primer día después del cambio.
Un día que nos regaló una hora más de sueño… pero que nos quitaba una horita de
luz.
Y hacía falta espabilarse, y ponerse en ruta cuanto antes.
Salimos del restaurante, y tras llenar depósitos quien lo necesitó –gran
cagada, por no llenar todos a la vez, como reza nuestro decálogo- nos
despedimos unos de otros… dispuestos a afrontar la última etapa de aquella
preciosa ruta.
Etapa que nadie se esperaba –aunque era de esperar- que fuera tan concurrida. Y
que encontramos caravana en prácticamente toda la C17… desde Tona, a
Granollers.
Pasando por Tagamanent, La Garriga, Canovelles… y finalmente, en el pueblo que
vio nacer mi media naranjuela… pillamos la AP7.
Que bajaba congestionada… pero no tanto.
Así que saliendo del atasco… iniciamos ruta por la autopista, hasta Molins de
Rei. Donde pillamos la autovía que nos iría separando poco a poco.
Primero Txetxu, Jose, Geno, y Pepe… que tiraron para Torrelles.
Luego Laia… que se iba a la otra punta de la capital…
Más tarde fue Jordi, quien siguió recto para L’H, mientras Anna, Irene, Guille
y yo, girábamos para la C32… que abandonamos para pillar las populares,
queridas, y adorables Costas del Garraf…!
Carreterilla que seguimos sinuosamente, hasta que nos separamos al llegar a La
Blanca Subur.
Felices, satisfechos, y con esa sensación que sólo te puede dar haber vivido
una aventura genial a lomos de tu burra…!!
Como digo siempre… para repetir!
Y en ésta ocasión con más razón… pues tanto Anna, como Jordi, probaban asientos
con gel y viscoelástica… y como si nada!!
Oh yeah…!!
NaCluT!!!
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada