Por Jaqueton:
El día ocho de diciembre... nos decidimos a ir a una salida propuesta por
nuestra compañera Laia, y que seguramente repitamos más de un año. Pues
ciertamente... fue una salida cojonuda...!!
Para empezar, decidimos ir el martes. Justo al terminar el puente... y el día
de menos concurrencia a ese pedazo de encuentro medieval que se celebra en el
corazón de la nostra estimada Catalunya vella.
Quedamos en Sant Vicenç... donde minimizamos latas, y nos arrejuntamos todos en
la de nuestro Capi.
Allí nos metimos Anna, Laia, Jose, Txetxu, y éste que os habla... dispuestos a
meternos rutilla hasta Les Quatre Carreteres. Garito estupendísimo de Tona...
donde nos juntamos con los abuelos de Noa, a quienes les pillamos los números
encargados por nuestros companys de colla.
Allí almorzamos ricamente -como no puede ser de otro modo en un garito tan
suculento-, y tras invitar -como tiene que ser- a los abueletes de nuestra
amigos favorita... nos despedimos de ellos, y pusimos rumbo a Vic. Donde tras
aparcar la lata... nos dimos cuenta de la razón por la cual evitamos ir en
burra. Pues a la lata ya no la volvimos a ver hasta la tarde...!
Podría contaros lo maravillosas que eran las paradas medievales dedicadas al
papeo... y lo suculentas que eran la viandas que se despachaban en las mismas.
Lo geniales que eran las dedicadas a la artesanía... y lo especial que fue
deambular por las calles, yendo de un punto a otro, como su realmente en el Vic
del medievo estuviéramos.
Pero la verdad es que no merece la pena que desvele secretos y situaciones que
uno debe vivir. Así que si me lo permitís... no describo nada más, y a ver si
para el año que viene podemos juntar una buena parte de la colla... y repetimos
éste pedazo de salidorra!! Je, je, je...
No obstante, hay cosas que deben ser contadas...
...pues merece mención especial el vino caliente -caliente de cojones- al que
nos invitó Laia... y el ramillete suertudo que nos regaló Txetxu.
La vuelta simpática que se pegó Jose a lomos de un pony...
...y la buena tarde que pasamos poniendo rumbo a casa, evitando sábiamente -de
la mano de nuestro Capi- comernos la caravana propia de un final de puente como
aquél.
Ah! Y por supuesto... nuestro saludo cariñoso a Marta, Jose, and family...!!
Amigos de Txetxu y Jose, a los que conocimos en mitad del mercado... y con
quienes comimos en plan pic-nic.
Desde aquí, un besote enorme a todos...!!
Lo dicho. A ver si el año que viene podemos juntar más colla... porque una
visita de éstas características, en un día tranquilo como fue el martes...
merece mucho, mucho, mucho la pena. Sí señor...!!
NaCluT!!!
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